La estación de Castelar es el origen del pueblo que la rodea y el punto de encuentro del comercio. No es la más antigua del oeste del Conurbano pero es una de las que más pasajeros recibe y envía diariamente desde y hacia la Ciudad de Buenos Aires. Como si se tratase del pulso sanguíneo, el ferrocarril le da vida al oeste.

Castelar está ubicado a 22 kilómetros de Once, la cabecera del servicio, 400 mil personas la eligen como punto de partida y de regreso mensualmente utilizando las 270 formaciones que todos los días se detienen en su andén. Además, cuenta con un servicio exclusivo, el tren local. Por estar ubicado el depósito de formaciones muy cerca de la estación, desde aquí se suman al circuito los trenes ‘frescos’ que luego correrán todo el día sobre las vías, lo que les permite a los pasajeros viajar sentados y más cómodos.

Desde el inicio del 2020 Castelar duplicó sus plataformas para brindar servicios. Al viejo anden central, señalado como plataformas 1 y 2, se le sumaron andenes laterales, linderos con la calle Rivadavia al Sur y con la peatonal Los Incas hacia el norte. Se trata de una obra que comenzó en 2014 como parte del programa de renovación de estaciones, vías y material rodante de aquella época, que avanzó despacio en los últimos años y se inauguró con el inicio de este año.
 

 

“Las plataformas 3 y 4 son de hormigón, tienen baños, rampas y pantallas led”

 

A estos nuevos andenes, señalados como plataformas 3 y 4, llegan las formaciones que provienen de Once o de Moreno, mientras que los servicios locales lo hacen desde el andén central. Los andenes laterales tienen estructuras de hormigón, accesos con rampas para personas con movilidad reducida, pisos con marcas para personas ciegas y con visión reducida, pantallas LCD con los horarios de llegada de los trenes, nuevos bancos y refugios, boleterías e iluminación led.

Las mejoras en la estación brindan mayor seguridad y confort ya que impiden que se llene el andén de pasajeros en ambos sentidos como ocurría con el central, situación aún más peligrosa cuando arribaban dos formaciones en el mismo momento. Empero, los beneficios limitan el uso de los servicios locales. Muchos vecinos eligen este tren para viajar sentados, además sumaba pasajeros que llegaban a la estación en colectivo o incluso competía con las combis. No obstante, eran muchos también quienes hacían una escala en Castelar, viajando en sentido a Once pero desde estaciones más lejanas, para subir al local y viajar más cómodos. Esta estrategia ahora es imposible o insume pagar nuevamente en los molinetes porque se debe cambiar de andén.
 

“No se puede llegar desde Moreno, cambiar de andén y seguir con el local a Once”

 

Para subsanar este inconveniente, Trenes Argentinos informó que se proyectó la colocación de máquinas validadoras de SUBE para que el pasajero pueda salir cambiar de andén ‘marcando’ la sube sin que el molinete le cobre la salida de la estación. Por al momento no se conoce cuándo se instalará este servicio pero en opinión de los pasajeros un puente entre andenes podría solucionar también los inconvenientes.
Ahora con cuatro andenes la estación de Castelar brinda un servicio más ágil y seguro para los miles de pasajeros que la eligen diariamente para transitar su día y luego volver a sus hogares.

Redacción y fotos: Leandro Fernandez Vivas