Bondi Colectivo Creativo: crecer en conjunto, llegar más lejos
El termino ingles Coworking, como sucede en casi todas las traducciones, no quiere decir solamente “co-trabajo”, sino mucho más, o al menos así se puede interpretar en la iniciativa de Bondi Colectivo Creativo. En un primer momento el proyecto podría resumirse como un local alquilado entre varios emprendedores para desarrollar sus negocios, pero al conocer el espacio y las sonrisas de quienes lo utilizan, se entra en una especie de comunidad de propuestas.
“El local de Bondi es de mi mamá. La iniciativa surge a partir de un concurso para la UBA, para un estudio de arquitectura en dónde el lugar donde trabajábamos se alquilaba por metro cuadrado. Se fue el inquilino de mi mamá, le propuse traer la idea y gustó”, explicó Mariano Rips, uno de los mentores del espacio.
“Vimos la forma de trabajo como un proyecto. En ese trabajo para la FADU había otros laburos alrededor de lo que hacíamos nosotros, a su vez estaba todo más distendido, podían tomar algo, charlar, distraerse. No nos gusta estar encerrados todo el día en una oficina, necesitás charlar con alguien, que te llene con otras cosas que no sea de lo específicamente tuyo para generar nuevas ideas”, destacó.
Con la iniciativa sobre sus cabezas y el espacio disponible se pusieron a trabajar para darle forma. Hoy Bondi muestra sus paredes con obras de arte y cientos de objetos reciclados, con sillas y muebles diferentes pero con estilo. La idea del proyecto se ve plasmada en el mismo espacio de trabajo.
“Hace seis meses empezamos un proyecto de diseño de muebles que bautizamos Volk Design. Yo soy Diseñador Industrial y él estudia Arquitectura, nunca tuvimos un lugar propio para ir a trabajar. Siempre nos juntábamos con un cliente en la estación de servicio, nos hacía falta un lugar de trabajo, y cuando lo salimos a buscar se nos hacía imposible alquilar una oficina en un lugar céntrico, y no llegábamos. Cada uno tenía sus laburos y nos juntábamos a la tarde a dibujar pero no era nuestro espacio, necesitábamos algo propio. Ahí pensamos en el coworking y hoy tenemos un lugar propio”, explicó Tomas Testa otro de los mentores de Bondi Colectivo.
La forma de llegar a la creación de Bondi fue dada de la mano de Castelar. Sus mentores son vecinos del barrio y los primeros inquilinos también lo son. Algunos se conocen del club de rugby Matreros, otros de la Universidad de Morón, del colegio San José o incluso de saludarse por las calles del barrio.
La propuesta es interesante, y puede facilitar el trabajo de cualquier emprendedor que por su nivel de trabajo o por estar transitando sus primeros pasos en su propio negocio aun no cuenta con oficinas propias. El compartir además ayuda a crear lazos, amistados y trabajos en equipo. Según relatan, es común que una diseñadora, que comparte el lugar con otro emprendimiento, termine diseñando logos o imágenes para su compañero de espacio, sin estar necesariamente ligados bajo el mismo proyecto.
La oferta de Bondi Colectivo Creativo es amplia y puede acomodarse según las necesidades de cada emprendimiento. “Bondi ofrece un salón grande para varios escritorios cómodos, cada uno con espacio para poder instalarse y guardar sus cosas. Tenés todos los servicios pagos, Internet de alta velocidad que compartimos todos. Hay una sala de reuniones para que cada uno atienda a su cliente tranquilo, tenés baños, cocina. Hay planes por días, semanas o mes, según el interés de cada uno. También tenés oficinas privadas que es para estudios más chicos, o amigos que quieran juntarse y estar con su privacidad, cerrás la puerta y listo. La idea es que tengas conexión con los demás igual. Queremos que el espacio no sea solo oficina, se pueden generar cursos, seminarios, y en el fondo tenemos pensado hacer unos talleres en unos departamentos, tuvimos una oferta de unos chicos de Castelar que se encargan de la restauración de muebles y que les gustaría un seminario ahí”, destacaron.
Dentro de Bondi ya operan varios emprendimientos y negocios que llegaron al lugar guiados por la necesidad de un espacio propio pero compartido. Fausto Cristini es arquitecto y encontró en Bondi el lugar que necesitaba. “Quería un lugar dónde trabajar, tener mis carpetas, mi computadora, relacionarme con gente de diseño y crear una onda copada. Me enteré de este lugar y me copó. Me enteré por internet, averigüé y me cerró”.
“Es difícil arrancar un emprendimiento, hay que lanzarse solo. Yo siempre trabajé de forma independiente y es difícil, pero me parece que tenés que jugártela, si tenés algo en vista y un objetivo esta bueno jugártela y empezar a remarla. Nosotros nos encargamos de diseños, reformas, por ahora nos está yendo bien, te sentís mejor, para no laburar solo, una oficina te sale muchísimo más caro y trabajar en tu casa es estar solo. Acá te relacionas con personas y te sirve muchísimo. Te relaja, comemos juntos, te relacionas con gente de tu palo, nos juntamos a hablar de los muebles, los diseños, todo tiene que ver con todo”, resumió Fausto quien dirige su proyecto El Manzano Arquitectura.
Dentro del espacio conviven otros trabajos que encontraron en Bondi lo que necesitaban para crecer. “Nosotros hacemos ‘Somos Carne’, un delivery de carne envasada al vacío, carne Premium. En el momento estamos entregando en zona oeste pero la idea es ir expandiéndonos”, comentó Carlos Cosentino.
“Tengo 25 años, estudié en el Instituto San José de Morón, después estudié administración de empresas. Arrancamos con esto armándolo entre mi socio y yo en nuestras casas, pero necesitábamos un lugar para usar como oficina y justo acá hay una chica que nos diseño la imagen. Nosotros la conocíamos del colegio pero no teníamos idea que era diseñadora. Me parece que eso es bueno, yo no conocía esta idea, pero permite compartir la oficina, los equipos, y las ideas. El clima es muy bueno, más distendido. Es un buen espacio, y escuchas cada vez más chicos y grandes sobre meterse en emprendimientos y aprender. Yo creo que se está generando una cultura emprendedora. Siento que hay mas cultura emprendedora que antes”.
Bondi Colectivo Creativo se completa con Pablo Houghton, que tiene en el lugar su oficina desde dónde realiza operaciones inmobiliarias, también hay un emprendimiento de venta de libros online llamado Buquer.com y varios diseñadores como Mario Alzamora, quién realiza diseño web y programación, Ezequiel Erxilape con su estudio de diseño gráfico AllFunction Desing y Florencia Reppetti también con su emprendimiento de diseño gráfico integral llamado Fleur.
Los creadores del espacio apuestan a seguir creciendo, y si bien están ubicados en Morón, saben que los vecinos de Castelar los acompañarán en ese camino.
“Yo en la facultad, medio como que no entendía eso de alquilar un espacio: venís con tu computadora y trabajás. Cuando fuimos al concurso en San Telmo me encantó la idea. Vos llegas a un lugar y tenés todos los servicios pagos, el inmobiliario pago, te desligás de todo asunto. No entendíamos el concepto, porque pensábamos ‘para eso voy a un ciber, me pongo los auriculares y trabajo’. Pero una vez que empezamos a ver cómo era, conocer la gente que trabajaba ahí, cómo se manejaban, nos cerró la idea. Acá tenés tu escritorio con tus cosas y accedés a todo lo demás pero compartiendo. Nos pasaba en el concurso que nos quedamos como hasta las tres de la mañana y había otras empresas que también se quedaban hasta tarde, hasta que uno dijo: ‘chicos cortemos acá y vamos a comer pizza’. Fuimos al lugar de esparcimiento y comimos entre todos, éramos 12 personas de diferentes trabajos. Está buenísimo.”, destacó Mariano Rizk
El proyecto nació a principios del año pasado, y si bien tiene aún una corta vida, cuenta con varios inquilinos que comparten y trabajan el espacio de Bondi Colectivo. “Se dio todo simultáneo. La idea y el lugar. Después empezamos a hablar con amigos, para ver qué les parecía la idea. Empezamos con lo más básico, con una pared con madera reciclada y revolviendo volquetes de Castelar. Esto generó la idea de trabajar en conjunto, venían amigos nuestros se ponían a tomar mate o a cortar y clavar maderas. Se gestó la idea de fogón”, señaló el creador.
“La primera vez que vinimos no había nada, nos sentábamos en una escalerita porque no teníamos sillas, había un tablón con caballetes en donde estaba la computadora y pensábamos las cosas que podíamos hacerle al lugar. A lo largo del año, fuimos cambiando cosas, a pulmón y con colaboración. Vimos como armar una página, el Facebook. Después le metimos pilas, yo dejé de trabajar en donde estaba y me dediqué a esto fulltime. El nombre surgió un día que estábamos con cinco amigos y empezamos a tirar conceptos y relacionarlos, y quedó Bondi Colectivo Creativo, y nos encantó. Como algo que llamaba la atención y que fuera comunitario. Que la gente entienda de que se trata y a su vez el mismo nombre los invite”, resumió Tomas Testa.
“Uno de los objetivos es también poder compartir con otros emprendedores y tener diferentes miradas. Nosotros queremos que después de hacer el trabajo personal, puedas ver otra perspectiva aunque no sea de tu propio rubro, que te lo haga ver desde afuera y más adelante puedan unir fuerzas y hacer un proyecto en conjunto. Eso se irá haciendo con el tiempo. Después te vas contactando y se generan laburos comunitarios, enriquecerse cada uno para potenciar su trabajo. Cada uno por su lado puede llegar al objetivo pero en conjunto puede ser más grande el resultado”, finalizaron.
Entrevista: Gabriel E. Colonna
Redacción: Leandro Fernandez Vivas
Fotos: Gabriel E. Colonna