La Ciudad Jardín de El Palomar se vistió de fiesta el domingo pasado para realizar una vez más la clásica Fogata de San Juan. Miles de vecinos disfrutaron de juegos, música y comidas especiales, además de lanzar a la hoguera malos recuerdos.

La Fogata de San Juan es una tradición que data de los principios de la humanidad pero que hasta el promedio de la segunda mitad del siglo pasado era común en todos los barrios, sobre todo en la Ciudad de Buenos Aires, a dónde llegó con los inmigrantes europeos. Realizada en honor a San Juan Bautista, según algunas versiones de la costumbre, o también a San Pedro y San Pablo, consta en la quema de ramas, troncos y maderas viejas, como también de muñecos, esculturas y estructuras, junto con deseos o malos recuerdos. Está estrechamente ligada al solsticio de verano en el hemisferio norte, donde surgió, y se celebra durante la noche más corta. En su versión del hemisferio sur, se respetó la fecha pero en pleno invierno, cuando se vive la noche más larga del año y desde donde las horas de sol comienzan a incrementarse hasta llegar al solsticio de verano, el 21 de diciembre.

En El Palomar esta costumbre sigue viva y así como en años anteriores, en esta edición se celebró en la Plaza Almirante Plate, en el corazón de la histórica Ciudad Jardín Lomas del Palomar.

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Se trata de uno de los rincones más bello de la Zona Oeste y fue pensada y disañada para que así lo sea (Ver: Única en su tipo: Ciudad Jardín del Palomar cumplió 80 años de historia). La Plaza Plate es el corazón dle barrio y allí, desde las 15 del domingo, miles de vecinos disfrutaron de la celebración. “Se hace hace muchísimos años y con gran concurrencia de vecinos del barrio y público de los alrededores”, explicó a Castelar Digital Rubén Guenzatti, director de la Guía Palomar.

“Es una tradición nórdica que se hace para el comienzo del invierno utilizando  las ramas y hojas que dejó el otoño. Hay juegos para chicos, hay mesas para escribir las cosas que uno desea olvidar y quemar en la hoguera para que se vayan y no vuelvan más. Es un encuentro de vecinos y amigos que también llevan una taza y se le sirve chocolate caliente, hay música, también hay grupos actorales que se disfrazan de brujas y danzan alrededor de la gran fogata”, reseñó el vecino.

En esta edición el show principal estuvo a cargo de La Chilinga, la escuela de percusión nacida en Ciudad Jardín hace más de 25 años. Pero la atracción principal fue el mismo fuego. Muñecos que representaban a un mosquito a otros con forma humana y no tanto también, mensajes, maderas, ramas, cartones y todo lo que sirviera para que el fuego brillase en una noche especial.

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Bajo la atenta mirada de los Bomberos Voluntarios de Tres de Febrero, el fuego devoró todo lo que se le entregó sobre el asfalto de la Avenida Pluschow. Fotos, videos y publicaciones en redes sociales quedarán como recuerdo de una noche especial en Ciudad Jardín de El Palomar.

El video de la Fogata se puede ver en el Instagram de Guía Palomar.