Mónica Valenzuela: “El Taekwon-Do es aprender a defenderse y cuidarse”
Mónica Alicia Valenzuela, oriunda de la localidad de Morón, tiene 56 años. Toda su vida se dedicó a trabajar en la Municipalidad de Hurlingham, de donde se encuentra a tres años de jubilarse. Hoy, es segundo dan internacional y pertenece a la Asociación de Taekwon-Do General San Martín, donde también da clases. Durante el 2022 obtuvo el título de Sub Campeona Mundial en su categoría (Senior con más de 46 años) en el Campeonato de Mundial “Open Taekwon-Do World Championship”, que tuvo lugar en el predio de Tecnópolis.
“El año pasado fue el mejor”, destacó con mucha satisfacción por sus logros. Para aquellos que no conocen de qué se trata el Taekwon-Do, según Mónica, es una versión de combate sin armas establecida con un propósito de autodefensa. Asimismo, una actividad formativa del carácter de los sentimientos y seguridades de las personas. Cabe destacar que esta disciplina se originó en Corea del Sur en 1945, pero luego de diez años se oficializó.
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“Nosotros formamos la idea de aceptar la calidad de vida y la defensa personal. Es aprender a defenderse y cuidarse, no sólo en el aspecto técnico, sino en todo lo que tiene que ver con una vida sana, como alimentarse bien, cuidarse bien, y tener códigos de vida”, explicó.
Mónica empezó a estudiar Taekwon-Do en Hurlingham con Adriana Torres, quien es sabonim IV Dan. Actualmente ejerce el rol como profesora en la Sociedad Fomento de Castelar (Almafuerte 2642), en la Biblioteca Popular 9 de Julio de Castelar (Martín Yrigoyen 520), y en Fútbol Plaza de Morón (Eva Perón 1292). “Desde I Dan ya se puede empezar a dar clases. Tenemos clases extras de profesorado. Los títulos de cinturones negros son nacionales expedidos por la Federación Argentina de Taekwon-do (FEDART), y título Internacional expedido por la Unión Federación Internacional de Taekwon-Do (ITF Unión)”, indicó.
También, sostuvo que los chicos que son introvertidos se sienten más seguros al practicar esta actividad y aquellos que son muy activos les ayuda a equilibrar esa energía. Asimismo, no sólo lo incorpora en la actividad sino que además en todos los ámbitos de la vida, como en el estudio, en el trabajo, en las relaciones sociales y en otros ámbitos. “El arte marcial tiene un método y una pedagogía que no se trabaja sólo en lo teórico, sino que tenemos pautas de comportamiento que van instruyendo en el practicante una manera de pensar diferente”, agregó.
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La atleta es graduada de segundo Dan, lo que significa que obtuvo la segunda graduación de cinturón negro. En Taekwon-Do existe un sistema de cinturones por color. Está el blanco, amarillo, verde, azul, rojo, y negro. Entre el blanco y amarillo está el ‘punta amarilla’, que refiere a una graduación intermedia. Lo mismo sucede con el amarillo y verde, que está el ‘punta verde’; entre el verde y el azul se encuentra el ‘punta azul’; entre el azul y el rojo, el ‘punta roja’; y entre el rojo y el negro, el ‘punta negra’. Cuando se alcanza el cinturón negro significa que recién se encuentra en las bases para hacer taekwondo en serio. Entonces, luego de obtener el cinturón negro, se puede rendir como Dan (hay hasta noveno Dan). Entre los exámenes pasan muchos años. Para pasar de cuarto a quinto, hay que esperar un mínimo de cinco años de práctica constante para tener la capacidad de rendir y ejercer.
“Cualquier practicante mayor de 18 años puede ser profesor y, a partir de ‘cinturón negro I Dan’, se puede comenzar a dar clases”, afirmó y completó, “se hacen capacitaciones de profesorado donde se nos va orientando en cómo ser profesor. Las clases son con nuestro instructor y con el maestro”. Asimismo, explicó que, como cualquier otra actividad, requiere de capacitaciones de forma constante. “Yo sigo yendo a mis clases con mi instructora mayor, sabonim Adriana Torres (IV dan internacional); y con el maestro Julio Penayo (VIII dan internacional). El profesor debe seguir entrenando y asistiendo a las capacitaciones para informarse de todo lo nuevo y en cambios que pudieran surgir como en las técnicas, en las formas o en nuevas ideas para dar una clase”, expuso.
Además, Mónica compartió con Castelar Digital que lo que más disfruta del Taekwon-Do es enseñar, y a la vez, practicar. “Esta es una actividad física, pero que además enseña valores: cortesía, integridad, perseverancia, autocontrol y espíritu indomable”, reveló. “El Taekwon-Do es una pasión que apareció en mi vida, la cual me hace muy feliz, y que puedo hacer con lluvia, frío, calor, cansancio, algo que nunca antes me había pasado. En los próximos años, mi objetivo es seguir creciendo y llegar a mi próxima graduación III Dan en 2024. Ahora me estoy preparando para el campeonato sudamericano que se hará en Paraguay”, concluyó.
Entrevista y redacción: Belén Medina