La pelota de la final del Mundial descansa en Castelar
Por: Leandro Fernández Vivas.A los 108 minutos del partido, ya en el segundo alargue, tras un fulminante disparo de Lautaro Martínez contra el arco francés, Lluris, el arquero galo, da un corto rebote y Lionel Messi empuja la pelota para canjearla por gol. Gritos, festejos, llantos y abrazos en argentina y voces al unísono en el Estadio de Lusail, en Qatar.
La alegría duró unos minutos. Un penal tras una mano le permitió a Mbappe convertir el tercer gol por Francia. Minutos antes Paulo Dybala había rechazado un contra ataque fraces reventando el balón afuera de la cancha. Esa misma pelota, la del 3 a 2 de Messi, hoy duerme en Castelar.
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Ignacio y Juan Soto cumplieron su sueño de ir al Mundial de Qatar para alentar a la Scaloneta. Vivieron la final y lloraron de emoción al reconocerse campeones del mundo. Además, se trajeron un especial suvenir: la pelota histórica de esa final, uno de los varios esféricos que se utilizó durante el partido. “Viajamos en el avión con la pelota, hicimos el check in con la pelota en la mano, dormimos con la pelota y la trajimos a Castelar”, explicó Ignacio Soto ante las consultas de Castelar Digital.
El cómo consiguieron la pelota es parte de esta gran anécdota: “El momento en que Argentina ganaba 3 a 2, era felicidad pura, quedaba poco tiempo. Dybala quería hacer tiempo y la revienta mal, cae cerca de mí. No cae en mi bloque, yo estaba en el 140 y cae en 141 donde estaban los franceses. Se sacaban fotos con la pelota, celebraban. Se empieza a acercar la policía y seguridad del estadio. Les dije ‘mirá que la policía te la va a sacar’. El francés sintió la presión y para sacarse de encima el problema me la tira a mí. Cuando me da la pelota, la pelee a morir para que no nos saquen, hasta que la Fifa autorizó que nos quedemos con la pelota. Es la pelota del 3 a 2 de Messi, tiene el chip del VAR, todo, es esa pelota. Fue un poco de suerte y de poder pelearla, de estar en el lugar justo”, completó el vecino.
Allí mismo en el estadio, ya con la autorización de la Fifa, pudieron seguir los festejos y retirarse del estadio con el esférico. Pero fueron interceptados por un jeque árabe que les ofreció 20mil dólares por la histórica pelota. La respuesta fue contundente: “no está a la venta”.
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El regreso y cómo trasladar una pelota desde Qatar a Argentina completa la historia: “Mi hermano quería desinflarla y traerla en la valija, pero no, no la desinflamos, la trajimos en la mano todo el viaje”. De Qatar a Etiopía, trasbordo, y de allí a Ezeiza. “En Etiopía nos perdieron cuatro valijas, con remeras del mundial, las que usamos allá, también con valor, muy importantes para nosotros. Menos mal que trajimos la pelota en la mano”, destacó Ignacio.
“Cuando estábamos en el aeropuerto de Doha nos empezaron a preguntar por la pelota. Cuando les contamos que era la de la final se armó un gran revuelo. Los empleados de Qatar Airways querían sacarse fotos, empezaron a aparecer distintos gerentes y directivos, hasta que llegó el vicepresidente de la aerolínea. Se sacó fotos con la pelota y por el favor nos subió de categoría el pasaje, nos subió a business. La euforia que tienen en medio oriente por Messi y por la Selección Argentina es una locura”, finalizó Soto.
La pelota histórica, la del gol de Messi que le garantizó a la Selección ser campeón descansa en Castelar. Por seguridad, no está en la casa de Barrio Seré de la familia Soto, pero sigue enorgulleciendo a toda la Zona Oeste por su valor y su historia.
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Leandro Fernández Vivas
Periodista
Técnico Universitario en Periodismo.
Director Periodístico en Castelar Digital.
Socio Fundador de Ocho Ojos.