La espuma blanca contrasta contra el dorado cobrizo del líquido. Llega hasta el borde pero no rebalsa. El cristal del vaso comienza a empañarse por el contraste con el ambiente cálido de Castelar por la tarde. Las burbujas comienzan su danza en el interior para competir con las lágrimas de condensación que corren en el exterior del vidrio. Parece una publicidad, pero ocurre en realidad bajo la mirada del sediento cliente y ante la sonrisa de Lucas Marasa.

Otto Craft Beer es la cervecería elegida por decenas de cerveceros de Zona Oeste para ofrecer su producción. Ubicada en Avellaneda 1050, Castelar Norte, expende cerveza y vende latas, botellas y recarga growlers, simpáticos bidones de vidrio con manija de casi dos litros, desde hace cinco años. Ahora cambió de dueño pero continúa con el objetivo original, ofrecer buena cerveza.

Los hermanos Lucas y Mariano Marasa compraron el fondo de comercio y le dieron un nuevo impulso al comercio. Lucas es conocido en el barrio, fue el fundador y líder de una ONG, ya desaparecida, pero que durante 10 años realizó campañas solidarias desde el corazón de Castelar: Sonrisas Solidarias. Conocieron el lugar como clientes y se hicieron amigos de Diego Ampugnani, el iniciador del comercio, cuando surgió la oportunidad no dudaron en sumarse: “Hicimos esta apuesta con mi hermano. Creo muchisimo en los lugares de pertenencia, muchísimo, siendo de Castelar de toda la vida, conocíamos el lugar, nos resultó atractivo y lo encaramos. Empezamos hace 6 meses, como el proyecto de dos hermanos que se criaron en Castelar, que vivieron toda la vida en Castelar, que fueron a colegios en el Partido de Morón. Que nos reconocemos como clientes de Otto durante la antigua gestión y ahora nos vemos como comerciantes”, explicó Lucas ante las consultas de Castelar Digital.  

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“Era un rubro que no era el nuestro, pero el contacto directo con la gente está buenísimo y en algo que gustosamente está genial. Es como la agencia de viajes, nadie puede venir a comprar o tomarse media pinta de mal humor o enojado. Siempre es con buena onda”, completó el vecino.

Además de Lucas y Mariano, el equipo de Otto Craft Beer se completa con Marina Sosa, Luciana panizoni y Julián ‘El Colo’ Canales. “Trabajamos en equipo, en una mesa circular. Tenemos un grupo en whatsapp en donde yo abro el juego, se toman algunas decisiones que son sensibles pero todo se propone y se discute, ‘¿hacemos esto o lo otro?’. A medida que fuimos juntando un manguito hicimos las remeras, todas iguales para todo el equipo; los buzos, hemos cuidado que todos tengan su llavero, remera, buzo. Primero la gente del equipo, los que están acá, los que hablan con los vecinos y aconsejan qué cerveza llevar”, destacó Marasa.

Saufen, Baba, Kellan, La Paz, Buller, Gaucho, Buko, Manush, Berlina y muchas más. Las de cerveceros de la zona oeste se mezclan en la heladera con aquellas de la Patagonia, reconocidas, pero siempre hay lugar para la sorpresa. “Trabajamos juntos. Si viene alguien y quiere dejar dos muestras yo les digo que no y le explico ‘Otto es tuyo, decime de qué manera y nos ponemos acuerdo. Te preguntan si tenés un lugarcito, en realidad si podes hacer una compra. Nosotros tenemos el lugar, decime con qué salimos a la cancha, como grupo. Decime cómo combinamos. Cuál es tu mejor producto para ofrecerlo y que después me lo vengan a pedir, me pidan tu marca, me reclamen tu presencia. ¿Querés colgar una gigantografía tuya con una cerveza en la mano? Hacelo. ¿Querés traer posavasos? Traelos, son para la gente. Si viene alguien y me pide una cerveza, la marca que sea, le digo tomá llevate un posavasos, o ustedes que trajeron los fixtures, acá es para la gente”, explicó Marasa.

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Con más de 10 canillas para expendio, y un sinfín de latas en las heladeras, Otto Craft Beer además ofrece dos canillas de vino. Cuenta con la única expendedora de vino de la zona: “Somos el primer local zonal en donde el cliente puede dispensar su propio vino. El cliente puede probar el vino, servirse una copa, tomar una copa acá. Igual que con la cerveza, pero con un cabernet y un pinot”, destacó.   

“Desde Buen Ayre hasta Ramos Mejía se concentra una gran cantidad de cerveceros, muy buenos. Se ve el esfuerzo enorme que hacen los cerveceros para lograr una cerveza de calidad. Todos los cerveceros te hablan de lo mismo, que hace cinco o seis años que hacen cerveza y eso habla de cómo ellos entienden su orgullo, con el tiempo”, completó el vecino.


Rubias, rojas, negras y, sobre todo, IPA
Cerveza con miel o con doble lúpulo. Más tostada o con un dejo dulce. Con vino, con whiskey o con marihuana. La variedad es interminable. Las más populares están directamente en las canillas, para llenar el growler o para tomarse una pinta después del trabajo o antes de llegar a casa. Según los especialistas, hay un tipo de cerveza para cada cliente.

El novato o aquel que recién conoce el extenso mundo de la cerveza artesanal puede comenzar por una golden o una honey. Cervezas livianas con poco amargor pero que no dejan de ser cervezas: “La honey siempre es una buena opción. Pero ojo, porque el gusto mieloso que puede tener, puede hacerte creer que es dulce, pero la honey es muy alcohólica, entonces engaña”, recomendó Marasa.

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Hay cervezas rojas, de amargor y cuerpo intermedio. Scotish, red lager o similares, son para consumidores con algo de experiencia pero que aún no disfrutan del mayor amargor de otras cervezas. “La scotish tienen un segmento, a mí me encanta. Tenés muchas variantes de rojas”. En el local se pueden probar la Barney Wine, en la que destaca su sabor a vino, y la Red on The Rock de Saufen, cerveza roja con whisky.

Pero sin lugar a dudas a cerveza que identifica a las artesanales y la que más se consume en la zona es la IPA. Cerveza amarga, lupulada, con cuerpo y mucho sabor. Incluso existen doble IPA con el doble de amargo que una IPA normal: “Es un viaje de ida. Es terrible la cantidad de cerveza IPA que se toma en este local. Tanto en formato pinta como en recarga, es una rotación altísima. Como dice Marina, mi cuñada, ‘cuando tomás IPA y doble IPA no volvés a una cerveza ligera, a una golden o una honey. Tiene que ver con los gustos, con el paladar, como con cualquier bebida alcohólica. En Otto las IPA tienen record y éxito de venta siempre”, finalizó Lucas Marasa.

El vaso está vacío. Apenas queda la huella de la transpiración en el vaso. Será hora de pedir una recarga.