Ganó una casa en un atado de cigarrillos y eligió Haedo para vivir
En la década del 30 del siglo pasado las estrategias de marketing eran distintas a las de ahora pero en parte buscaban los mismos objetivos: vender más, posicionar la marca y mantener contentos a sus clientes. Fue así como la tabacalera que producía y comercializaba los extintos Cigarrillos 43 lanzó una campaña publicitaria que hoy resulta extraña: En sus atados de cigarrillos escondió una casa. La firma Piccardo, actualmente British American Tobacco, propuso un premio sin igual. En sus atados, en uno solo de ellos, había un cupón que le prometía al afortunado fumador que lo encontrara que la empresa le construiría una vivienda en el lugar de la Argentina que eligiese.
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Salvador Manogne sabía del concurso y revisaba los atados de Cigarrillos 43, los que fumaba habitualmente. “Los compró en un kiosco sobre Don Bosco”, confió a Castelar Digital Mirta del Río, viuda del hijo de Don Salvador y residente actual de La Casa del 43.
Sorprendido y eufórico, Salvador leyó el cupón que lo hacía ganador. Se comunicó con la tabacalera y confirmó que era el flamante dueño de una nueva casa, a construir por Cigarrillos 43, en cualquier parte del país. No lo dudó, pidió una casa en Haedo.
“La casa está igual. La tenemos bien mantenida y está igual de cuando se construyó. Se hicieron algunas leves modificaciones, como el aire acondicionado o el ventanal de la entrada, pero después está igual. Las ventanas, los pisos, están igual”, completó la vecina.
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La historia de tan particular vivienda fue difundida por Instituto y Archivo Histórico de Morón, ente municipal dedicado a la conservación, estudio y difusión de la memoria documentada del partido. En sus redes sociales se publicó la siguiente reseña histórica y fotos:
Presenta en su fachada el logotipo de la marca de cigarrillos 43, ya que la empresa fabricante organizaba un concurso cuyo premio era una casa a edificar en el barrio que eligiera el ganador.
En 1930 Salvador Mangone encontró dicho premio en un paquete y eligió este lugar para edificar su casa. A pesar de que la empresa no le exigió colocar el logotipo en el frente, él lo hizo como agradecimiento. A la inauguración asistió el Dr. Fresco.
La casa perteneció a la familia y el hijo de don Salvador fue apodado en el barrio “el pibe del 43”.
Hace unos años, la vecina Elida Marin nos contaba que “como le puso el logo, o sea 43, le amueblaron toda la casa. Mi abuelo vivía al lado”.
Nuestro amigo Roberto Fernando Gómez también aportó sus recuerdos “la casa fue construida por Dino Andreani, uno de los tantos constructores de la década del 30 y el 40”.