Si bien nuestra cultura, y nuestras creencias son muy importantes en la construcción de nuestros gustos y preferencias, es bueno complementar estos aspectos con información basada en evidencia científica. Es decir, no es lo mismo seguir las recomendaciones de publicidades o vendedores de una marca X de alimentos que guiarnos con la información que brinda un profesional de la salud, obtenida de un estudio de investigación, siempre y cuando estos estén libres de conflictos de interés económico.
Para ayudarte en este proceso, te invito a sacarle la máscara a algunos mitos de moda sobre alimentación saludable.

1- Las versiones LIGHT de los alimentos son siempre mejores y más sanas que las versiones comunes.

- ¡Falso! ¿Caíste? ¡Seguro! Nos pasó a todos no te preocupes.
 
Que un alimento sea “light” (“bajo”, “leve”, “reducido”, “liviano”) significa que contiene una reducción del 25% (como mínimo) en cuanto alguna de estas características:
•    Valor energético (calorías)
•    Carbohidratos
•    Azúcares
•    Grasas totales
•    Grasas saturadas
•    Colesterol
•    Sodio.
Cuando en el supermercado se ofrecen productos rotulados como “light”, el consumidor debe prestar especial atención al rótulo, ya que la norma exige que, en él, se especifique el nutriente o el valor energético que contiene en menor cantidad con respecto al alimento en su versión regular. Además, si corresponde, se debe aclarar el porcentaje de la reducción. Como puede observarse, el hecho de que un alimento sea “light” no significa necesariamente que sea sano o saludable, ya que puede ser bajo en azucares, pero alto en grasas o colesterol, o también puede que sea bajo en calorías, pero alto en Sodio.

¡No te dejes engañar por los paquetes y sus colores!

2-    Los jugos y batidos de fruta y verdura pueden desintoxicarnos y reducir nuestro porcentaje de grasa corporal.

- ¡Falso! ¿Los preparas y te gustan ? ¡No hay problema! Pero es importante que sepas que
No hay que consumir ningún alimento para desintoxicarnos. Para eliminar los compuestos químicos que el organismo no utiliza, existen muchos mecanismos que llevan a cabo órganos muy importantes tales como: Los Riñones, el hígado, los pulmones.
Mediante la formación de orina, la respiración y la digestión, el cuerpo elimina los componentes que no necesita, por lo cual, no hace falta consumir ningún alimento para tal fin. Los batidos y licuados son una excelente opción para consumir agua, vitaminas y minerales, pero deben ser incluidos en el marco de una alimentación variada, completa y suficiente, acompañados de actividad física regular, si lo que se busca es una reducción del porcentaje de grasa corporal.

3- Los “alimentos” ultra procesados son perjudiciales para la salud si se los consume en exceso.

Verdadero, Es importante saber que los alimentos ultra procesados
Se elaboran a base de sustancias extraídas o derivadas de alimentos, además de aditivos y colorantes que dan color, sabor o textura para intentar imitar a los alimentos. Estos productos están nutricionalmente desequilibrados. Tienen un elevado contenido en azúcares libres, grasa total, grasas saturadas y sodio, y un bajo contenido en proteína, fibra alimentaria, minerales y vitaminas.
Son ejemplos: las galletitas dulces de paquete, papas fritas, palitos, salchichas, hamburguesas, golosinas, fiambres, gaseosas, jugos, caldos en cubo o sopas en sobre, entre otros.
Debemos intentar preparar nuestras comidas con ingredientes naturales, y dejar aquellos alimentos artificiales para ocasiones especiales.

4- Las legumbres son fuente de PROTEINA, FIBRA, Y HIERRO. Para aprovechar estos nutrientes y mejorar su digestión, hay que remojarlas

¡Verdadero, Siiiiiii! Son un alimento Excelente, natural, y muy nutritivo además de ser super económico y versátil.
Si no consumís lentejas, garbanzos y porotos porque te caen pesadas y te hinchan, ¡Es importante que sepas que esto se soluciona en gran medida si las remojás previamente a la cocción por 4 a 8 hs, idealmente cambiando el agua de remojo!
Las legumbres pueden causar meteorismo o flatulencias. Se debe a que nuestras bacterias intestinales generan gases al actuar sobre ciertos nutrientes ¡SE PONEN FELICES!
Pero tranquilos, el problema puede reducirse mediante algunas técnicas culinarias:
•    La renovación del agua del remojo previo a la cocción en una o dos ocasiones
•    Condimentar las preparaciones con hierbas y especias que neutralizan la actividad bacteriana, como el comino, el cilantro o el hinojo
•    La sustitución del agua del primer hervor por agua nueva.


Conclusión: ¡No todo lo que dicen las publicidades y los paquetes es cierto!
Siempre consulta con un profesional de la salud las cuestiones que te generen duda, así como también pedí información confiable para tomar decisiones sobre tu alimentación.