Desde hace 120 días los argentinos sufrimos una reestructuración en absolutamente todos los aspectos de rutina diaria. En este vuelco que pegó nuestra normalidad, está incluida nuestra alimentación.

Quizás a esta altura del aislamiento, escuchaste o leíste hartos consejos sobre NUTRICIÓN, pero todos ellos, enfocados en el riesgo que implica subir de peso.

Para mi forma de ver la profesión del Licenciado en Nutrición este enfoque es un poco banal, es decir, con las numerosas dificultades que trajo la pandemia, ¿No es un poco superficial que sigamos centrando la utilidad de la nutrición humana en los prejuicios estéticos?

Por eso en esta nota, vamos a detallar 5 herramientas sencillas que tenemos a mano, para tener una alimentación saludable dentro de lo posible, sin obsesionarnos con la balanza y sin sumar tensiones innecesarias a este particular momento que estamos atravesando, poniendo el foco en nuestro bienestar, no solo biológico, sino también psicológico y social.

TIEMPO: No negocies tus momentos necesarios para alimentarte, la alimentación es un cuidado básico, así como bañarte o cepillarte los dientes. No relegues tu tiempo, exigile a tu agenda que contemple aquellos espacios necesarios para sentarte a desayunar, almorzar, merendar y cenar, en paz y sin apuro.

ESPACIO: Muchas veces, en nuestros entornos laborales, el espacio para comer no es el más cómodo o tranquilo, así que comemos apurados, sin conectarnos con las comidas que nos preparamos. Es por eso por lo que el trabajo desde casa tiene este plus, nos permite sentarnos en nuestra mesa, comer despacio, masticar los alimentos y permitirnos llegar a una sensación de saciedad natural, que se logra en este proceso lento de transmisión de información desde nuestras terminales nerviosas en el tracto digestivo, hacia el cerebro (Donde se encuentran algunos de nuestros mecanismos de regulación del apetito).

COMPAÑÍA: Quizás la convivencia sea difícil en estos tiempos, pero tengamos en cuenta que en la mesa no solo se come, también se intercambian y transmiten valores, cuestiones culturales, los cuales son importantes porque refuerzan los vínculos. A esta cuestión que desde la antropología alimentaria le llaman COMENSALIDAD, podemos darle suma importancia para lograr una alimentación saludable. La pandemia nos está recordando que somos seres sociales, los cuales necesitamos de otros para ser quienes somos, y esto, como vemos se refleja también desde la alimentación.

SABERES APRENDIDOS: A veces creemos que no sabemos cocinar, o que no somos buenos para ello, solo porque nos deslumbramos con fotos lindas de comida en redes sociales. Déjame decirte, querido lector, que todos traemos saberes de cocina, porque estos nos los transmiten quienes nos alimentan cuando no podemos hacerlo por si solos, durante nuestra niñez y adolescencia. De grandes, contamos con esos sabores, esos olorcitos a comida casera en nuestra memoria, y tenemos la gran oportunidad de resignificarlos con nuestra impronta, solo basta con conectarse con la comida desde otros lugares, ¡No solo desde la intención de dominar la balanza!

ALIMENTOS SIN PAQUETE: En sintonía con el punto anterior, donde apostamos a la comida casera, este tip te alienta a dejar de lado los PAQUETES, los envases, los productos alimenticios listos para consumir. Tenemos la oportunidad de preparar nuestras comidas con legumbres, verduras y frutas de estación, aprovechando todos sus beneficios: Aporte de vitaminas y minerales que trabajan duro manteniendo las funciones de nuestro sistema inmunológico, fibra alimentaria, necesaria para contribuir a nuestra saciedad, para regular nuestro tránsito intestinal y para alimentar a nuestra población bacteriana benéfica, la cual tiene numerosos beneficios para nuestra salud. Contá con estos alimentos básicos para tus comidas!

Como ves, tenemos herramientas para salir adelante, es cuestión de detenernos en los detalles que realmente contribuyen a nuestra salud, teniendo en cuenta que el concepto de SALUD refiere a un estado de bienestar no solo FISICO, sino también social y psicológico.



Floriana es Licenciada en Nutrición, (Universidad Nacional de la Matanza, 2019) MP N 5342. Actualmente se desarrolla en su profesión realizando educación alimentaria en consultas individuales y talleres grupales. En estas actividades, se intenta ayudar a las personas a transitar un proceso de cambio de hábitos que conlleve la construcción de una imagen saludable de sí mismas, teniendo en cuenta todos los determinantes de la salud.

A través de su emprendimiento digital llamado Alimentagram, se intenta comunicar información nutricional, basada en evidencia científica, así como también intercambiar conocimientos con la comunidad y llevar a cabo actividades con temáticas propuestas por la misma.