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Sociedad
18 Ene 2010

Entrevista a Fernando Bonsembiante

Así como el frió bloquea Europa, por este hemisferio, la ola de calor no nos pasa de largo y hace una escala en Castelar, un lunes a las 5 de la tarde. Con su llamativa barba al mejor estilo marxista filosofista y una camiseta con un gran estampado de su libro más conocido "Historias del movimiento anárquico organizado de agitación surrealista", Fernando Bonsembiante, entra al fresco bar y no pasa desapercibido. La primera impresión que da, es que este va a ser un encuentro rico en anécdotas e historias del personaje de Castelar.
Fernando Bonsembiante nació en Buenos Aires, el 28 de Mayo de 1966. Su infancia y su juventud tuvieron lugar aquí mismo, en Castelar, donde vivió momentos que marcaron su vida, conoció personajes muy interesantes y descubrió su pasión por la escritura.

Nos encontramos con él en La Cucha, para que nos cuente un poco más sobre sus trabajos, su carrera, sus planes y cómo hasta el día de hoy Castelar ha sido y es una parte importante de su vida.

Aunque hoy resida en Morón, vivió toda su vida aquí, y siendo su gran pasión la escritura, incluye frecuentemente a esta ciudad y a varios de sus amigos y vecinos en sus relatos, que comenzó a escribir desde muy joven. Por lo que "La Cucha" no es un lugar más para él, sino que representa el lugar de reunión de tantas tardes con amigos, incluso antes de que el acogedor local se llamase como ahora.

Nos sentamos en una mesa, pedimos algo para tomar y mientras esperábamos el pedido Fernando comenzó a contarnos un poco sobre sus libros: "La tardecita de los dioses", "Una visita al dios del fuego", "Historias del movimiento anárquico organizado de agitación surrealista" y el último de sus trabajos: "Ajusten los controles para el corazón del sol".

Todos estos libros son cuentos en los cuales predomina la fantasía y la ciencia ficción.

Si bien Fernando Bonsembiante escribe historias fantásticas, muchas veces utiliza personajes basados en seres de la realidad, e incluso se inspira y permite que sus historias se desarrollen en lugares que de verdad existen. Uno de esos lugares es, por ejemplo Castelar, en el cuento "Playa Castelar", dentro del libro "Historias del movimiento anárquico organizado de agitación surrealista", en donde relata cómo a partir de ciertos atentados y desastres naturales muchos sectores de Buenos Aires pasan a encontrase bajo el agua, dejando a Castelar con una playa propia.

Nos cuenta Fernando que este libro se caracteriza por la particularidad de que es una novela colectiva, Bonsembiante le encargó a varios escritores, como Jorge Lasmaríes, Jorge Colonna, Sebastián Blanchi, Esteban Costa, Nicolás Saraintaris, entre otros, que escribieran una parte del libro, a modo de una serie de atentados, en los que los escritores trabajaron cada uno por su cuenta, sin saber que escribiría el resto, de esta forma se mantiene cierto hilo conductor en la historia pero con una dinámica muy interesante, que no podría haberse conseguido de otra manera.

Le preguntamos cómo se le ocurrió encaminar de esta forma su libro, "Un poco por vagancia" bromea y se ríe mientras nos cuenta cómo conoció otros proyectos similares durante su paso por el Círculo Argentino de Ciencia Ficción y Fantasía.

De a poco fue incluyendo a los otros autores al proyecto, dándoles ciertas directivas pero respetando siempre la idea de que aisladamente cada uno aportara su parte a la historia.

"Más o menos todos conocían el texto, pero bueno, por ejemplo el texto de Sambucetti, yo le encargué una cosa, le di todos los borradores y se colgó, y un día agarré uno de los cuentos de él y dije voy a usar este, y ese resultó ser uno de los más conocidos, de los que más gustan sin estar pensado para nada".

Por partes el libro parece desligarse un poco del hilo conductor central: "está ligado y no ligado al mismo tiempo, es raro eso, hay algunas cosas que no tienen nada que ver y otras cosas que si, se armó lo que se pudo y a la gente le gusta. Hace poco salió una reseña en THC, salió una reseña en Warning también de este libro y dentro de todo cuando yo estoy vendiéndolos en la FLIA (Feria del libro independiente y alternativo) o en las ferias, ese a la gente le gusta, lo levanta, lo mira, me preguntan por el nombre a ver qué significa, si es una contradicción o no, a veces se generan algunas discusiones" se ríe mientras recuerda y nos cuenta algunas anécdotas. "Es un libro que genera reacciones, y eso es lo importante".

Este libro además, es uno de los que más se encuentra vinculado a Castelar, "El segundo cuento que escribí para este libro fue Playa Castelar" "Pasa en Castelar, pasa acá en La Cucha, aunque está en otro lado, en el libro se llama Alta Cucha, porque esto se llamaba Alta Birra en una época y ahora se llama La Cucha así que mezclé los dos nombres". Otros autores también hacen referencia a otros lugares, como Cocoas y aparece incluso un Sabbatella presidente, "Eso después se lo mostré a Sabbatella, el chabón estaba en La Minga y le llevé el libro, le mostré que estaba como presidente y le encantó, ese se lo regalé, pero el último me lo compró".

Le preguntamos cómo entró en contacto con Jorge Colonna, nos contó que fue a partir de un taller literario al que se acercó de la mano de Sebastián Bianchi "Éramos 3 y el profesor", en el cuál escribió varios de los cuentos que más tarde serían publicados.

¿Viviste siempre en Castelar? "Acá a la vuelta, en Montes de Oca, ahora es un edificio y ahí vive mi hermano, se ve que quería vivir en el lugar donde vivió toda la vida", se ríe. "Ahora estoy en Morón a dos cuadras de la plaza".

Mientras hablábamos recuerda a Dante, con quien también compartió momentos de su juventud "Dante lo que tenía -que siempre nos acordábamos con mi hermano de eso - es que por ahí veía una película y te la contaba y era mejor cuando te la contaba él que la película".

"Dante tiene influencia sobre lo que yo escribo, por un lado por eso, por lo que contaba y todo, y las charlas que teníamos sobre ciencia ficción y también yo iba a la casa y por ahí le agarraba un libro, cuando él vivía acá frente a la vía me acuerdo que un día fui, no me acuerdo si a la mañana o a la tarde temprano, me agarre una novela y la leí entera en su casa".

¿Y dónde lo conociste a Dante? "A Dante lo conocí en la primaria, siempre enganchamos por eso, o sea, teníamos al principio un conocido en común, Fernando Bianchi, pero después enganchamos y no fue solo por eso" "Empecé a ir a la casa a donde antes era el baldío, el pasaje de los incas, también leí lo que escribió cuando fue a pedir que lo limpien y no le dieron bola".

¿Estuviste con PC USERS también? "Si, estuve trabajando bastante ahí. Estuve desde el número 0 y duré hasta no me acuerdo que número, pero es una editorial muy picadora de carne, estás hoy y si mañana te tienen que dar una patada en el culo te la dan y no lo piensan ni dos veces. Después me pasé a la Virus Report y termine un poco ahí y en Página 12 hasta que dejé toda la parte periodística e informática".

"Yo estuve en Página 12 y trabajaba para Rolando Graña básicamente, para el suplemento Futuro. Hice varias notas y en un momento Clarín compró Página 12 entonces Graña voló y pusieron a Moledo en su lugar que vino con su gente y no le interesó que yo siguiera, y ahí fue cuando dejé todo lo que fuera periodismo y poco después empecé a escribir cuentos y todo porque antes no escribía eso".

¿Qué fue lo que te motivó a escribir? "Nada, el aburrimiento y la necesidad de escribir, por ahí siempre quise hacerlo pero hasta el momento en que das el primer paso tardás bastante".

¿Cómo influyó Castelar en el tema de la escritura? "Castelar en sí, no sé, es difícil, si te tengo que nombrar un lugar sería La Recova, ahí compré mis primeros libros, siempre iba y miraba que novedades había y bueno, que se yo, era como la única librería que había en esa época, algo más concretamente el tema de Playa Castelar también es algo de lo cual siempre se habló, viste, de qué bueno sería Castelar con una playa, no sé si ustedes lo llegaron a escuchar, pero la gente con la que yo estaba siempre decía -a Castelar le falta playa- o que Castelar era una ciudad de playa sin playa, y salió de ahí, pensé que estaría bueno escribirlo".

Dante tiene una de sus anécdotas que se llama la playa de Castelar "Si si, la leí, que tenía arena ahí en las vías del tren y después vinieron los soldados. Esa anécdota lo pinta a Dante en ese sentido de la demencia que tenía de acercarse a un soldado armado y charlarle, o que el chabón le dijera que se vaya y no irse, el tenía esas cosas medio raras, está bien que yo no puedo decirle raro a nadie tampoco" ,se ríe mientras nos cuenta, "pero Dante tenía esas cosas de ir a hablar a la estación para que limpien lo que ahora es la Plaza Cumelén y todo eso a mi jamás se me hubiera ocurrido y él lo hacía. Siempre fue un tipo muy capaz pero también tenía esas cosas de por ahí ir un paso más allá".

Dentro de tus libros, ¿Hay algún otro que se relacione o mencione a Castelar? "Con Castelar específicamente me parece que no, pasan en otros lados, Capital, Marte, otro planeta, Villa Gesell, uno que pasa por un cementerio, no lo dice pero es el de Morón, hay un video de eso".

¿De los otros autores del libro hay algunos que son de Castelar? "De Castelar está Jorge Colonna, Bianchi, Lasmaríes de Ramos, Esteban Costa de San Justo, Tamborini es de Haedo, Benítez es de Mejico, la mayoría son de la zona, no exactamente de Castelar, pero bueno, lo que pasa es que la gente con la cual literariamente yo me juntaba eran los del taller de Bianchi y de un café, una jornada literaria en Haedo y ahí conocí a Sambucetti, a Costa, de ahí pasamos a un lugar en Ramos en donde hacíamos más o menos lo mismo".

"Hay algunos de los autores que son personajes en el libro, como por ejemplo Sambucetti, que es un tipo tan interesante, Dante también podría ser un personaje, pasa que hace mucho que no lo veo, pero Sambucetti es una de esas personas que las ves y te impresiona la personalidad del tipo, y en ese momento pensé que bueno un personaje basado en él. Por lo general los escritores usan a sus amigos como personajes pero le cambian el nombre y no se nota tanto, acá la estructura daba como para hacerlo".

Mientras tomamos unas fotografías hace algunos chistes con el café y posa simulando su entorno de trabajo típico, una notebook, un café y su inspiración.

¿Cómo recordás Castelar en tu época de niño o adolescente? "Cuando era chico, en la primaria iba a lo de Dante, era uno de mis mejores amigos y después que más te puedo decir, La Plaza de los Españoles, pero ya más en la secundaria. Ahora cambió mucho esto, no sé que mas".

Mientras charlamos vemos unas calcomanías de Dragon Ball en la notebook de Fernando, que nos cuenta cómo le resulta interesante, siendo una serie que tiene características como las alianzas entre el bien y el mal, o el paso de alguien desde el bien al mal y viceversa, expresa también su interés por el animé en general, y cómo transmite ciertos conceptos relacionados con la evolución, "En el libro Historias.. está la idea de evolución, de que el personaje empieza siendo una cosa y termina siendo otra muy distinta pero a través de un gran esfuerzo por su parte, que pasa el tiempo, se conecta con otra gente y aprende cosas, también tenés otros personajes que son una molestia, sirven solamente para causar la evolución de los demás".

"Cuando era chico iba a la calesita que ahora está en la Plaza Cumelén, y también a la que estaba en la galería, que creo que está igual, no estoy muy seguro, era muy chico".

Fernando participa de la FLIA, Feria del Libro Independiente y Alternativa, "Originalmente se llevaba a cabo en Capital Federal, pero actualmente se está haciendo en otros lugares. Por ejemplo fui a una en Chaco hace poco y se va a hacer otra en San Marcos Sierra. Anteriormente estuve en Misiones, Bahía Blanca, Córdoba y La Plata" y también participó de Circulo Argentino de Ciencia Ficción.

Conoció varios poetas, de los que se hizo amigo frecuentando diversos centros culturales y talleres literarios. "Los poetas por lo general son gente muy especial, gente que vale la pena conocer. Por ahí, bueno… cuesta un poco encontrarlos (risas). Conozco varios como Mónica Torres, o Galundia Moera, que improvisan poesía surrealista todo el tiempo y charlar con ellos es rarísimo. Porque no es que escriben de esa manera porque lo hayan estudiado, son así ellos. Cuando lo conocí a Lasmaries, unos de los que está aquí en el libro (Historias…) me di cuenta que no es una persona que escribe poesía surrealista, es una persona surrealista que escribe poesía (risas) Estar en contacto con este tipo de gente sirve como influencia y te abre la cabeza hacia otras formas de expresión"

¿Qué autores te gustan y que libros te marcaron? "Internacionales todo lo que sea de Philip Dick, Ubik, una novela suya, fue como mi mayor influencia. Clark, Crónicas Marcianas, o Fahrenheit 451 de Bradbury, tengo también influencia de esa gente a pesar de que sean considerados y son realmente menos artísticos o elevados que los otros, pero tienen lo suyo.

Me pasó de estar en una feria y al ver mi libro "Ajusten los controles.." una mujer me dice 'Esta tapa me recuerda a Bradbury' y yo le digo 'Bueno, espero que el interior también', porque de alguna manera esta Bradbury ahí, no conscientemente, pero está, es una influencia. Y nacionales Borges, Dolina. Pero desde el comienzo de la historia Argentina existen un montón de autores que están olvidados. Y olvidados porque nadie les da bola, porque hay intereses en que se conozcan otros autores mayormente extranjeros. Por ejemplo Roberto Arlt, recién ahora se está empezando a popularizar, y la gente lo tiene en cuenta, pero era un tipo bastante desconocido, que no se enseñaba en las escuelas, al igual que Cortázar. Hasta que llega un nivel de reconocimiento. Hoy acá, uno nombra a Dan Brown, o J. K. Rowling, son autores que la gente enseguida reconoce. Un día dijeron 'esto es best seller' y fue best seller. Llegó acá ya siendo best seller, viste. Lo mismo en la FLIA, vos te das cuenta que hay autores re grosos y no los conoce nadie. Diego Arbit es uno de ellos, o Maxi Sambucetti, tipos que tienen decenas de libros ¿y quién los conoce? Y sin embargo bueno, tienen un grupo de seguidores. Son muy buenos. Me pregunto si está Coelho en las librerías porqué no van a estar ellos que son, por lo menos iguales. O sea son mejores, pero por lo menos iguales. Te das cuenta entonces de que el criterio editorial, no es un criterio humano, no es que a la gente realmente le gusta esto. Al público le puede gustar solamente lo que leyó y si no lo conoce no lo va a leer".

Personalmente Fernando, por sus cualidades físicas, da el perfil de un filósofo bohemio, pero al entablar una charla con él, uno se da cuenta que también es una persona que logra ese equilibrio entre lo racional y lo divergente.

"Yo prefiero hacer filosofía en la ficción, porque a veces no podes ir con la pretensión de decir 'Estoy buscando la verdad'. No, yo escribo lo que se me ocurre, no sé si es verdad o no. En la filosofía ese es el error, no es como la ciencia, en donde se pueden probar las cosas de una manera práctica. Si uno habla de la existencia o no de Dios y el origen del universo, no puede hacer un experimento para comprobar si es cierto o no. Entonces yo te hago un cuento y listo, si querés créelo o no".

¿Qué lugares frecuentabas aquí en Castelar para salir? "En los 90 estaba bastante muerta la noche, no había muchos lugares para salir. Después hubo una gran explosión, y empezó a haber bares, la gente comenzó a salir por acá. Uno de los primeros lugares fueron "Juancho" donde iba a ver bandas, y luego iba a "Pizza Queen" a tomar una cerveza o comer una pizza. Recuerdo también lugares como "El Agite", "Alta Birra" que fueron la semilla de la movida, que comenzó a crecer y más o menos en el 2000 se descontroló. Yo hacía fiestas en mi casa, abría la puerta y dejaba entrar a la gente. Estaba buenísimo. Terminaron siendo muy famosas, incluso Charly García llego a venir, y es el día de hoy que la gente se acuerda y hasta me paran para preguntarme si yo era el de "las fiestas de Castelar". Una canción de Los Caballeros de la Quema nombra las fiestas".

Pensando en su futuro, la literatura siempre tiene su lugar. Por eso Bonsembiante nos adelanta que aun tiene en mente la continuación de "Historias…", a pesar del lamentable hecho de que Esteban Costa, protagonista de uno de los relatos, se haya suicidado. El título de la pendiente obra, "La conspiración de las maestras jardineras", da una idea de lo que nos podemos encontrar en su tipo de escritura, en donde se funde la ficción, la fantasía y la realidad. Muchas de sus narraciones están sutilmente basadas en hechos reales.

El encuentro con Bonsembiante nos abrió un poco a la vida de este personaje, de cómo piensa y al mundo de otros artistas locales, que muchas veces ignoramos de su existencia, pero que entre todos forman parte de la cultura de Castelar que crece día a día. Es por eso que al hablar del futuro, es interesante escucharlo hablar de su mirada entre apocalíptica y esperanzadora. "Lamentablemente o por suerte, según como lo mires, yo pienso que el sistema así tal cual esta planteado ahora no da para más. En algún momento tiene que explotar. Y vamos a ver para dónde explota y cuánta gente muere. Pero no va a poder seguir así. Es parche sobre parche. El tema del crack financiero que viene uno atrás de otro. Con los bancos en EE.UU. o recientemente en Dubai, son cosas que son estafas. No puede ser que cada vez somos más pretendiendo que otros trabajen y vos vas solamente a disfrutar".

¿Cuál sería para vos el desencadenante del fin del mundo? "No hay un solo desencadenante, hay muchas cosas. El ataque a las torres gemelas fue un punto de inflexión. Antes no era tan fácil mojarle la oreja a EE.UU. Fue como darse cuenta que no se está seguro en ninguna parte. En las guerras el campo de batalla ahora es el mundo. Después hay otras cosas como el cambio climático. Ya está, ya no podes decir que no hay. Podes discutir si lo causo el hombre o no, pero está y son un montón de cosas que se van sumando y es un error decir que el fin del mundo es por tal cosa. Por ahí si identificas la gota que rebalsó el vaso. Pero el vaso estaba lleno y vos sabes cómo se llenó. Pero otra cosa también que yo siempre digo es que el mundo ya terminó muchas veces, y este no es el primer fin del mundo. Calamidades como la peste negra eliminaron un tercio de la población de Europa. Y siempre en ocasiones así, quedan de un lado los que mueren y por otro lado los sobrevivientes que se reparten lo que les queda y terminan prosperando. Pero se murieron un montón. Ahora va a pasar algo similar, la mayor parte de la gente va a quedar del lado perdedor lamentablemente, pero los que queden de lado ganador les va a ir muy bien. El fin del mundo típicamente es así. Pero lamentablemente no hay una forma de saber a priori quien va a estar del lado ganador y quien del lado perdedor. No es fácil"



Para obtener más información, contactarse con Fernando o para adquirir sus libros comunicarse a la siguiente dirección de correo electrónico: ubik_303@yahoo.com

Web: http://hecate.com.ar/
Email: ubik_303@yahoo.com
Videos: http://www.youtube.com/user/ubik303

Entrevista: Gabriel Colonna - Agencia SIEN
Redacción: Agencia SIEN

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Diapositiva de Guillermo Loureiro.
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