Un clic y el momento queda congelado en el tiempo. La película, antiguo ingenio para captar la luz de un instante en la vida de una persona, registra aquello que está pasando pero que ya pasó. Se revela, se consigue el negativo. El positivo se presenta en papel mostrando sonrisas, abrazos, encuentros y miradas. También una mesa o un auto, un paisaje o una pared, la casa de los abuelos, el bebé que ya tiene canas o cualquier otro elemento que también queda guardado para el futuro en forma de foto.

La fotografía es un arte que, a diferencia de muchos otros, está al alcance de la mano. Cada vez más fácil, más efímero, pero siempre valioso. Empero, antes el papel valía más. La foto analógica tenía más peso, más importancia, o al menos así lo cree Negativos Encontrados que rescata del olvido las fotos que sus viejos dueños tiraron a la basura.

Negativos Encontrados es un colectivo de fanáticos que, tras 11 años de existencia, sigue salvando del olvido instantáneas en blanco y negro, y algunas más en color. Con una colección enorme, realizarán una muestra en el Museo de Morón a partir del sábado 8 de julio.

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“La idea nació cuando me compré una cámara de fotos que tenía un rollo adentro y decidí revelarlo. Yo sabía que había más gente que compraba negativos o los levantaba en la calle, había leído de eso en Facebook o en blogs, pero después perdía las historias”, explicó a Castelar Digital Jimena Almarza, quien lidera el grupo. “Armé el grupo y empecé a invitar fotógrafos y amigos. Hoy somos más de 30 mil”, completó.

Al azar pero con el objetivo claro, los ‘encontradores’ recuperan de la basura, habitualmente en la calle, fotos y negativos que se hubieran perdido para siempre. A veces las recolectan, otras le sacan fotos y así, de manera digital, preservan la imagen. El colectivo ha publicado miles de fotos en sus redes sociales. Siempre se señala el lugar del encuentro por si alguien reclama su imagen. “Es una forma de rescatar recuerdos. Significa una pasión, porque es difícil que otra persona te entienda cuando vos le contas que rescatas fotos de la calle, te miran con cara rara. Mi familia no entendía lo que estaba haciendo pero. cuando vieron que un montón de gente que lo hacía, cuando empezaron a ver el material, la cantidad y el tipo de material, me empezaron a entender. Es algo que me apasiona, me da mucha felicidad. La fotografía me da mucha felicidad y rescatar también, rescatar recuerdos es algo único”, señaló la vecina oriunda de Haedo.

El inmenso archivo de Negativos Encontrados muestra un sin fin de situaciones que quedaron inmortalizadas en fotos: vacaciones, cumpleaños, viajes, casamientos, besos, abrazos y muchas sonrisas. Más allá de los personajes, la mayoría desconocidos, las fotos también muestran otras épocas, otras ropas, otros objetos y otros consumos. Son pequeñas miradas anónimas a un pasado del que no se conoce la historia pero que tiene un sin fin de detalles que permiten al espectador trasladarse al momento en que se hizo ese clic.

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“Hay muchas historias de gente que reconoció a alguien en una foto encontrada. Desde el que encontró fotos inéditas de Luca Prodan, que después se publicaron en distintos medios porque eran fotos inéditas, al encontrador que devolvió la foto de un papá con sus hijos y era la única foto de esa persona porque después falleció y la habían perdido en una mudanza. Mientras más seamos en el grupo va a ser más fácil rescatar fotos. Mientras más seamos es más fácil conocer las historias. No es obligatorio devolver la foto pero es la idea que tratamos de fomentar”, destacó Almarza.

Hoy no hay fotos en papel. En contraposiciones a los millones de fotos que se toman por día con celulares, cámaras digitales u otros dispositivos, apenas una fracción mínima se lleva al papel. En otros tiempos era la única manera. No obstante, los años que lideran la aparición de fotos en la basura son los 80 y 90. “Hay mucho negocio en la venta de fotos antiguas, lo que está buenísimo, antes de que terminen en la basura. Pero es difícil encontrar fotos antiguas tiradas, la mayoría son fotos de los 80 o después. La gente sacaba mucho, a color, 35 mm, y eso hoy le ocupa espacio en las mudanzas y lo tiran a la basura. Se tira también mucha foto antigua cuando muere alguien mayor, te das cuenta por la cantidad de fotos que encontrás tiradas. Me ha pasado en Haedo de que estaban vaciando una casa de alguien que falleció, entre todas las cosas había una caja de negativos. Una cantidad de negativos hermosos. Quizas se quedaron con las fotos y tiraron los negativos, o no encontré las fotos. Mucha gente no sabe qué hacer con los negativos y lo terminan tirando”, completó.

“Uno muere dos veces: primero en la realidad física y después cuando no te recuerdan en las fotos. Es muy fuerte, pero es la realidad. Cuando tiran la foto, quizás es porque no saben quiénes son. Se pierde un momento histórico”, opinó la vecina.

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Negativos al MuMo
La muestra en el Museo de Morón ya está lista. Las últimas dos semanas, el colectivo se dedico al armado de la exposición. La selección del material quedó a cargo del MuMo pero se garantiza un montón de fotos, negativos, diapositivas y más, que buscan encontrar su historia: “Es un popurrí de fotografías nuevas y viejas, todo analógico, y diapos en distintos formatos, para que se vea la variedad de fotos que se tiran en la calle. Va a haber cámaras y negativos expuestos, es una muestra con mucho material, va a estar muy buena.

“La idea es que todos se sientan identificados con las fotos, porque en esas fotos uno ve su propia historia. Eso es lo que nos gusta de la fotografía encontrada, que uno se identifica con lo que va a ver. No pasa con otro tipo de arte. Ves una foto en la que hay una botella de una gaseosa, la misma que tenías en tu cumpleaños y pensas ‘yo tomaba esa gaseosa’, ya con ese detalle te sentís parte de esa imagen, te hace ir a tus recuerdos. Aunque no sea tu foto, te hace ir a tu recuerdo. Eso la exposición lo va a lograr y es algo para valorar. que uno no olvide sus propias cosas. la imagen hace eso, te vuelve a la memoria cosas que pensaste que habías olvidado”, finalizó Jimena Almarza.

La muestra de Negativos Encontrados se inaugurará en el Museo de Morón, ubicado en Casullo 59, el sábado 8 de julio a las 16 horas, y se podrá apreciar hasta el 16 de septiembre de 10 a 17. Con entrada libre y gratuita, es una invitación para viajar en el tiempo, para sumergirse en momentos históricos congelados en el tiempo y luego abandonados, corridos de la memoria pero, por suerte, rescatados del olvido por Negativos Encontrados.

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