Las ruedas empiezan a girar sobre el concreto de la pista, los más de 1600 kilos de empuje en su motor rugen impulsando al avión hacia el cielo. El IA-63 Pampa es el avión más moderno y poderoso producido en Argentina y aunque ya transcurrieron más de 30 años de su primer vuelo sigue siendo la vanguardia en la industria aeronáutica militar en la región. En su interior, dos pilotos aprovechan todas sus capacidades para dominar el vuelo. El instructor, cargado de experiencia, le transmite lo que sabe al joven aprendiz que está ansioso por demostrar lo aprendido.

El Pampa es un avión de entrenamiento avanzado con capacidades de combate. Diseñado y producido para ser el avión escuela de los pilotos de caza de la Fuerza Aérea Argentina, fue la montura que utilizó la Teniente Sofía Vier para transformarse en la primera mujer piloto de combate de la Argentina. Recorriendo la historia de las mujeres aviadoras de la Argentina se puede asegurar que Vier es la última pionera.

Desde los tiempos de Amalia Celia Figueredo, la primera piloto argentina, Carola Lorenzini, la primera instructora, Adela Guffanti, la primera piloto de su propio avión, y Isabel Gladysz, acróbata consagrada sobre los cielos de Castelar, la aviación cambió completamente. En nada se parecen aquellos primeros aeroplanos de madera y tela al esbelto Pampa más allá de los principios básicos. Hoy es un vuelo científico, distinto al vuelo temerario de las primeras. La carrera de aquellas aviadoras de principios del siglo pasado es muy distinta también a la desarrollada por la Teniente Vier.

Avionera desde la cuna, supo escuchar en su infancia historias de aviones y de la aeronáutica militar argentina con la voz de su padre, su tío y su abuelo, todos pilotos relacionados a las alas militares argentinas. A los 15 años confirmó su vocación cuando realizó un vuelo de bautismo en planeador junto a su padre, el Veterano de la Guerra de Malvinas Brigadier Jorge Alberto Vier. Ingresó a la Escuela de Aviación Militar, ubicada en Córdoba en 2013 y egresó en 2016. Gracias a sus buenas calificaciones obtuvo una beca para estudiar en la USAF, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, en la Base de la Fuerza Aérea de Columbus. Allí voló Diamond DA20 y T6C Texan II, recibiéndose en 2018 de Aviadora Militar de la USAF siendo la primera piloto de la Fuerza Aérea Argentina en obtener ese logro.

Ya de regreso en Argentina completó en 2020 en la IV Brigada Aérea de Mendoza el Curso de Piloto de Caza transformándose en la primera piloto de combate a sus 26 años. Sus fotos y videos volando el Pampa sobre la Cordillera de los Andes son de una belleza pocas veces vista y un material inédito en las redes sociales. Un video publicado hace pocas semanas la muestra haciendo prácticas de todo tipo, incluso haciendo puntería y lanzando bombas en un ejercicio con su fiel compañero, el Pampa.

Monomotor, biplaza, de ala alta recta, nacional y bello, el IA-63 Pampa realizó su primer vuelo en 1984 pero comenzó a volar de manera operativa en la Fuerza Aérea en 1988. Producido en la Fábrica Militar de Aviones, actualmente la Fábrica Argentina de Aviones, es el escalón entre los aviones a hélice de instrucción básica y los potentes cazabombarderos A-4AR. Estos últimos son desde 2015, cuando se dio de baja a los cazas supersónicos Mirage, los únicos aviones de combate a reacción de la fuerza. Nada tiene el Pampa de parecido al Farman que volaba Amalia Celia Figueredo, ni al Sfreddo y Paolini de Isabel Gladysz ni al Focke-Wulf Fw44 de Carola Lorenzini: “hubo muchos avances tecnológicos en aeronáutica y han evolucionado las performances de los aviones”, explicó la Teniente ‘Marvel’ Vier ante la consulta de Castelar Digital.

La última pionera mantiene una postura austera ante su rol como iniciadora de las mujeres en la aviación de caza: “no me siento especial por ser la primera mujer piloto de caza del país. Que una mujer forme parte del escuadrón era algo que iba a pasar en algún momento y es coincidencia que sea yo. Estoy muy contenta de poder abrir el camino para otras”, señaló la Teniente.
 La Fuerza Aérea Argentina contó con su primera mujer piloto en 2005 cuándo egresó, con el grado de Alférez, Débora Pontecorvo que luego se dedicó a la aviación de transporte y voló aviones Twin Otter y Saab 340 sobre la Patagonia. “Hay varias historias inspiradoras de mujeres precursoras en el mundo de la aviación en general, son un ejemplo para mí”, explicó Vier. “Cada una habrá tenido que luchar con los prejuicios sociales que hay para aquellas mujeres que deciden emprenderse en ambientes históricamente masculinos, no sólo el de la aviación”, finalizó la piloto.

El camino de las mujeres en el cielo continúa en ascenso. El 22 de diciembre pasado egresaron las primeras pilotos de helicópteros que completaron el curso en Escuela Conjunta de Helicopterístas. Ellas son la subteniente Natalia Cabistain y la subteniente Roxana Humano, ambas de Ejército, y la teniente Amparo Fernández de la Fuerza Aérea Argentina. Las pioneras siguen abriéndose camino, la tendencia es la igualdad.



Agradecimiento especial a la Primera Teniente Caisso, Prensa de la IV Brigada Aérea.
Fotos: Redes Sociales de Fuerza Aérea Argentina y Ministerio de Defensa.