El domingo arranca temprano en el campo de deportes. El olor del pasto se mezcla con el aire tibio de la mañana, mientras las líneas blancas ordenan la cancha y el sol, implacable, empieza a calentar las calles de Parque Leloir. Entre la arboleda histórica sobrevuelan pájaros y, a nivel de campo, todo cobra ritmo: el golpe seco de la pelota contra el botín, las voces que se cruzan, los festejos que estallan y las broncas que se descargan en un reclamo al árbitro. Se escuchan indicaciones de los técnicos, aplausos, risas y discusiones propias del juego. Compiten padres con hijos, abuelos con nietos, tres generaciones compartiendo el mismo fútbol, la misma cancha y una historia común. A medida que los partidos avanzan hacia el mediodía, el aroma de la parrilla empieza a ganar espacio y se suma a la escena: familias completas alrededor del campo, chicos corriendo, novias alentando desde el borde y una postal que se repite cada domingo, desde hace 30 años, en el torneo de Ex Alumnos del Colegio San José de Morón.

El Torneo de Fútbol de Ex Alumnos del Colegio San José, institución educativa católica ubicada en Morón, con sede histórica en San Martín 319, y gestionada por la congregación de los Hermanos Maristas, cumplió 30 años ininterrumpidos y continúa disputándose todos los domingos en el predio marista de casi siete hectáreas, ubicado en Parque Leloir, Villa Udaondo, en la intersección de De la Vidalita y Media Caña, partido de Ituzaingó. Actualmente participan más de 25 equipos, divididos en dos categorías, aunque en su etapa de mayor crecimiento llegó a reunir alrededor de 40 equipos distribuidos en cuatro divisiones.

La organización está íntegramente a cargo de ex alumnos y se sostiene de manera ad honorem desde sus inicios. “Nos ocupamos cada uno de lo que puede y lo vamos haciendo. No tenemos una tarea específica, es por amor y lo hacemos”, explicó Iñaki Sánchez, integrante de la comisión organizadora. “Tratamos de que salga lindo y creemos que sale lindo”, agregó ante las consultas de Castelar Digital.

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Luciano More repasó los orígenes del torneo y su evolución a lo largo del tiempo. “El torneo este año cumple 30 años. Arrancó un grupo de ex alumnos por allá por los años 90. Se juntaron, querían hacer un torneo de fútbol, juntaron un par de equipos y jugaban contra otra gente”, recordó. Con el paso de los años, la propuesta comenzó a crecer. “Se empezó a divulgar, se empezaron a sumar y la dinámica de organización del torneo siempre fue la misma: ex alumnos ad honorem”, señaló.

En sus primeros años, la conformación de los equipos respondía a otra lógica. “Al principio la congregación armaba los equipos y se jugaba por puntaje”, explicó Sánchez. “Después cada uno armó su equipo y es como se juega hoy en día”, agregó, describiendo el formato que se mantiene vigente.

El crecimiento fue sostenido durante muchos años. “Fue creciendo año a año, sumando más equipos y más categorías. Hace cinco o seis años el torneo llegó a su capacidad máxima, con más o menos 40 equipos y cuatro categorías”, detalló More. “Había ex alumnos de distintas edades, desde recién egresados hasta los más grandes, padres de alumnos o ex alumnos, incluso hasta hoy están jugando”.

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Con el correr del tiempo, la cantidad de equipos se estabilizó. “Después fue cayendo un poco la cantidad. Hoy somos 26, 27 equipos, con dos categorías, A y B”, explicó More. “Pero la verdad es que el torneo sigue su curso muy bien, está muy bien”, remarcó.

Los nombres de los equipos forman parte de la identidad del torneo y reflejan el clima que se vive cada domingo. “Buscamos en internet y después nos arrepentimos, es un juego de palabras, pero hay buenos nombres”, contó Iñaki Sánchez. Entre ellos aparecen Tu Vieja, Pata y Muslo, Fondiu de Achura, Da Calambre y Paso a Paso, una muestra de la creatividad que atravesó al campeonato desde sus inicios. En ese recorrido también quedó una anécdota que ya es parte de la historia: “Hace unos 15 años hubo un equipo que llegó tarde a la inscripción y quedó como Maldita Subcomisión. Se lo aceptaron”, recordó Luciano More.

A lo largo de tres décadas, las anécdotas se multiplicaron, pero el espíritu se mantuvo intacto. “Lo más importante es que hace 30 años sigue pasando esto: que nos juntemos 300, 400, 500 ex alumnos de distintas edades, de distintos grupos y de distintas zonas geográficas”, destacó More. “Familias, hijos. Hay nietos jugando con los abuelos, padres con hijos, tres generaciones jugando el torneo. Ese es el espíritu del torneo”.

El campeonato se sostiene como una competencia sin fines de lucro y con un fuerte perfil solidario. “Con la recaudación total del torneo se hacen actos de beneficencia del colegio”, explicó More. “Becas para alumnos que no pueden pagar la cuota, viajes de egresados para que no se los pierdan y también actos solidarios más externos”.

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Parte de esos recursos se destinan también al mantenimiento del predio. “Esto también es para mantener el campo de deportes, que tiene casi 100 años acá en Parque Leloir”, señaló More. “Es un campo de siete hectáreas, está hermoso, cuidado y es de todos. Los domingos de ex alumnos y los torneos de papi fútbol juntan entre 400 y 500 personas y las familias pasan el fin de semana acá”.

En términos de organización, el torneo cuenta con una estructura consolidada. “Tenemos cobertura médica con ambulancia en caso de que haya una emergencia, la hemos utilizado y cuenta con desfibrilador”, explicó Sánchez. “También están los árbitros, son cuatro o cinco por domingo, las pelotas, los fotógrafos, las redes, incorporamos streaming y a todos les gustó”.

El acompañamiento de los sponsors es otro sostén clave. “Todos los sponsors del torneo son emprendimientos de ex alumnos, de distintas edades”, explicó More. “Es una participación desinteresada, nos dan una mano y no piden nada a cambio”. Entre ellos se encuentran Lusqtoff y Meit, además de otros apoyos que permiten entregar premios al jugador del partido y ampliar la capacidad de acción solidaria.

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“El sponsor te da otra libertad, otra caja, otra capacidad para seguir haciendo actos benéficos, tanto para el colegio como para quien lo necesite”, agregó More. En ese marco, la Asociación de Ex Alumnos impulsó recientemente una colecta solidaria. “Este año se armaron cajas navideñas y se repartieron en hospitales de la zona. Durante un mes se juntaron alimentos no perecederos para las familias”, explicó.

En lo deportivo, la historia también tiene protagonistas. “El mejor equipo del torneo históricamente es Pata y Muslo”, afirmó Sánchez. “Ganó muchos campeonatos, están hace 15 años y tienen 14 copas locales”. Además, recordó los cruces intercolegiales. “Hicimos encuentros con el Colegio Inmaculada, una superfinal entre campeones. Pata y Muslo tiene dos copas intercolegio”.

A tres décadas de su creación, el torneo de Ex Alumnos del Colegio San José de Morón sigue ocupando cada domingo la misma cancha, bajo el mismo sol y entre los mismos árboles, sosteniendo una tradición que atraviesa generaciones y mantiene vivo el vínculo entre el fútbol, la comunidad y la solidaridad.

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