La mayoría de los argentinos que viajan por primera vez al exterior asumen que el mundo funciona parecido a como funciona nuestro país. Y ahí es donde aparece el problema.

Porque no, la salud pública no es gratuita en todos lados.
Porque no, los aeropuertos no siempre resuelven tus problemas.
Y porque no, tu tarjeta no te salva de todo.

El error más común: suponer que no va a pasar nada.
Nadie arma una valija esperando un accidente. Nadie compra un pasaje pensando en perderlo. Pero los imprevistos no avisan.
Y cuando estás a miles de kilómetros, sin red de contención, el costo puede ser altísimo:

Un esguince puede costarte lo mismo que 5 noches de hotel.
Una internación, lo mismo que todo el viaje entero.
Una consulta médica de urgencia puede salir más cara que el pasaje de ida.

Pero esto no es para asustarte. Es para anticiparte. Porque hay una solución simple y efectiva: contratar asistencia al viajero.
Pero no cualquiera.

Una que:
✅ Responda rápido
✅ Te atienda en tu idioma
✅ No te deje solo ante un problema
✅ Te devuelva el dinero de lo que pagaste
✅ Y, sobre todo, esté pensada para vos, no para un turista promedio

Viajar sin asistencia es como salir sin documentos: Puede que no te lo pidan nunca, pero si te lo piden y no lo tenés, ahí empieza el verdadero problema. Con asistencia no solo resolvés, ganás tiempo, confianza y tranquilidad. Y eso, cuando estás lejos, vale más que cualquier otra cosa.

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Escribinos antes de viajar. Después puede ser tarde.

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