Palito tacita bombón helado, por Eduardo Benítez
Por: Taller Literario Anaquel, Biblioteca Popular 9 de Julio.El calor se abrió para recibirme y volvió a cerrarse sobre mí. Me fui a la canchita con la esperanza de encontrar a alguien.
Estaban el gordo Horacio y Luis, inmortales bajo el sol, haciendo jueguito y pateando.
─ Hacemos un mete gol entra -dijo Luis cuando me vio.
Y fui derecho al arco.
Después de jugar un rato escuchamos al heladero que venía despacio con el triciclo y la inmensa caja adelante. Lo miramos y no era el de siempre, era otra marca y otro tipo, un pibe como de veinte, para nosotros un adulto.
El pibe nos miró y nos dijo:
─ Al que me haga un gol le regalo un helado.
─ El que lo hace comparte -dijo Horacio bajito, descontando que alguno iba a atajar.
─¡¡Bueno, dale!! -dijimos los tres.
El heladero dejó el triciclo en la calle y se acomodó en el medio del arco.
─Dejame a mí primero que lo reviento -dijo el gordo.
Tomó carrera y le dio con tanta fuerza que la pelota levantó y pegó en el travesaño.
─ ¡Sos un boludo, Horacio! Yo le tiro a colocar, vas a ver -alardeó Luis, alejándose de la pelota unos pasos. Le dio con el empeine al ángulo izquierdo. El arquero la manoteó y la sacó afuera.
─Bien tirado -aprobó el tipo.
Me tocaba a mí. Le di un puntinazo de rastrón al palo izquierdo que el heladero atajó con la punta del pie y gritó ¡¡Casi!!
Me miró, se dio la vuelta y enfiló para la bici.
─Nos va a dar algo- pensé.
El heladero se subió al triciclo, nos saludó con la mano y se perdió en el calor de la tarde.
¡Qué tacaño! -dijo Luis.
─ Pero no pateamos mal -contesté yo.
─ Lástima, yo ya estaba saboreando un palito de vainilla- dijo el gordo, que traía la pelota.
EDUARDO BENÍTEZ

Taller Literario Anaquel, Biblioteca Popular 9 de Julio
Anaquel nació hace 11 años honrando una noble tradición literaria de la biblioteca.
Nos reunimos todos los miércoles por la tarde para leer, escribir, hacer juegos literarios y desarrollar actividades performáticas de escritura creativa.