Conocé a La Porteña: Hace 166 años corrió el primer tren del Ferrocarril Oeste
Silenciosa pero pesada. Vestida de negro y rojo, humeante y apresurada, la primera locomotora llegada a la Argentina tiró de los primeros coches de pasajeros del país hace 166 años. La Porteña hizo historia el 29 de agosto de 1857 cuando inició un recorrido que nunca se detuvo: el viaje inaugural del Ferrocarril Oeste.
La historia del actual Sarmiento comienza en 1854 cuando la legislatura porteña autorizó a un grupo de empresarios bonaerenses a encarar una obra inédita en gran parte del continente americano. La Sociedad Anónima del Camino de Hierro de Buenos Aires al Oeste dio sus primeros pasos y con los pocos fondos que lograron reunir le dieron vida al transporte.
#NotaRelacionada: Hace 100 años corrió el primer tren eléctrico por la Zona Oeste
Los primeros rieles se colocaron en 1855 y la locomotora llegó al Puerto de Buenos Aires en la navidad de 1856 a bordo del buque a vapor Borland. La máquina había sido construída unos años antes en los talleres británicos The Railway Foundry Leeds a pedido de India que, en ese entonces como Protectorado Británico, la utilizó en la Guerra de Crimea. Un conflicto bélico en la frontera de Europa con Asia entre 1853 y 1856.
No era cero kilómetro pero tenía suficiente potencia para alcanzar los 25 kilómetros por hora y hacer el recorrido inicial de diez kilómetros, desde la Estación del Parque a San José de Flores, en sólo 30 minutos, según informó en sus redes sociales el Complejo Museográfico Provincial Enrique Udaondo ubicado en Luján, donde se conserva la locomotora.
El viaje de prueba fue el 29 de agosto de 1857. Un descarrelamiento asustó al personal que prefirió mantenerlo en secreto para que en el viaje inaugural, al otro día, nadie evitara subirse. No fue el primer inconveniente: los rieles adquiridos junto con la máquina y los únicos dos coches de pasajeros no alcanzaron para toda la traza y el ramal se completó con un invento argentino que consistía en forrar con chapa rieles de madera. No eran muy estables y propiciaban descalces, pero funcionó igual.
#NotaRelacionada: “Se casó en 1940 y vino a Castelar a trabajar en los galpones del ferrocarril”
Con el pasar de los años se abandonó la Estación Central que estaba donde hoy se encuentra la Plaza de Tribunales y el Teatro Colón y la cabecera se dispuso en Once de Septiembre. El otro extremo, que llegaba al pueblo de Flores, aún cuando no era parte de la Ciudad de Buenos Aires, se extendió hasta llegar a Mendoza. Antes pasó por Ramos Mejía, Haedo, Morón, Ituzaingó y luego paró en Castelar junto con otras estaciones intermedias.
La Porteña funcionó en el servicio regular del Ferrocarril del Oeste hasta 1890 cuándo la empresa se vendió a capitales extranjeros. Por haber sido nombrada Reliquia Histórica se salvó de ser desechada como chatarra. Corrió unos años más en los Talleres de Liniers donde se la utilizó para hacer maniobras hasta que se decidió su preservación. Hoy, la primea locomotora que corrió en la Argentina se puede conocer y visitar en el Complejo Museográfico Provincial Enrique Udaondo, a metros de la Basílica de Lujan, donde comparte espacio con carruajes, autos antiguos y hasta el primer avión que cruzó de España a Argentina, el famoso Plus Ultra.