La Clínica Odontológica Ziegler se encuentra en el corazón del oeste del conurbano. Con sede en José C Paz, destacada por aplicar y enseñar técnicas y tecnologías de vanguardia. La atención odontológica nunca volverá a ser igual: desde un scanner oral hasta impresoras 3D, pasando por scaneres faciales y la construcción de un paciente digital como guía de toda intervención.

Emilio Zeigler tiene apenas 35 años, pero es hijo de una odontóloga y un técnico de laboratorio protesísta por lo que desde su más temprana infancia estuvo en contacto con la ciencia de la salud dedicada al cuidado de los dientes. Podría haber seguido las huellas dejadas por sus padres y ser un profesional de la misma calidad, pero apostó aún por más, modernizó el concepto de la odontología, se dejó llevar por la tecnología y revolucionó los consultorios. La vanguardia es así. Cambió el sonido perturbador del torno por silenciosos escáneres, trocó las muchas tediosas sesiones para reconstruir una pieza dental, única y a medida, por un modelado 3D a color y maleable, por la posibilidad de ver al paciente con una nueva sonrisa y mostrársela. La tecnología al alcance de la mano, y de la boca.

“Mi carrera profesional está avocada a la tecnología digital. A fines del 2016 pudimos incorporar tecnología 3D para la clínica, eso promovió el crecimiento de la clínica hasta el día de hoy en que además brindamos capacitaciones sobre esta tecnología aplicada a la salud”, explicó Emilio Ziegler ante las consultas de Castelar Digital.

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La Clínica Ziegler se erige en José C. Paz, en Paunero 4553, la misma casa donde vivieron sus abuelos, sus padres y luego él, se transformó en la clínica más moderna de la zona oeste. Lejos del centro de la ciudad, y en el corazón del barrio que lo vio crecer, hoy es el lugar elegido por cientos de pacientes que prefieren la atención personalizada y la rápida rehabilitación dental. “Este servicio digital y tecnológico nos permite avanzar  muy rápido en los planes de tratamiento, nos permite tener una certeza en la ejecución de los mismos. Además, estamos enfocados en promover todo esto”, destacó el profesional.

El proceso es simple y rápido. Ante la llegada de un paciente, una consulta sobre una dolencia en un molar, por ejemplo, el odontólogo atiende a la persona en su consultorio, en un típico sillón de dentista. Allí primero se le realiza un diagnóstico por imagen tomográfico para conocer la estructura y densidad ósea de la mandíbula y la cara. Luego se escanea el rostro del paciente, se toma la estructura tridimensional de los tejidos blandos. Finalmente se realiza un escaneo oral. Con un dispositivo especial captura toda la boca y dientes del paciente. Se toma una imagen general, detallada y en tres dimensiones de toda la boca. Con toda esta información se crea por medio de un software especial al paciente virtual: una réplica digital del paciente real en el que se va a simular todo el tratamiento, intervenciones y trabajos necesarios hasta rehabilitar el molar afectado. “Lo que tenemos en esta clínica son todos los instrumentos de toma de archivo tridimensionales. Esos tres archivos los conjugamos y tenemos nuestro paciente virtual. A partir de ahí proyectamos el tipo de tratamiento a realizar pudiendo visualizar como va a quedar el tratamiento. El paciente también lo puede ver. El tratamiento puede ser para la parte implantológica, que lo hacemos con guías quirúrgicas, ya sea la parte protética con coronas, carillas, incrustaciones de cerámica pura que también se hacen en el momento en la clínica, con fresadoras electrónicas, o ya sea para correcciones dentarias, con alineadores invisibles”, completó el vecino.

La nueva tecnología permite hacer un diagnostico certero y desarrollar el tratamiento de manera virtual antes de trasladarlo al paciente. Incluso, cuando se trata de un implante ya no es necesario una incisión en la encía para descubrir el hueso y elegir dónde poner el implante, con el software y el paciente virtual se elige primero de manera digital el mejor lugar para el implante y luego se construyen con impresoras 3D las guías por donde deberá trabajar el cirujano ortodoncista para que sea una intervención mínimamente invasiva. “En casos particulares, el paciente viene a primera hora de la mañana, se hace todo el diagnostico y tratamiento y se retira de la clínica por la tarde con el implante colocado, con su pieza rehabilitada. Lo que en la odontología analógica pueden ser cuatro o cinco sesiones, en la odontología digital puede ser una sola. Nosotros prescindimos de la toma de moldes, de los tiempos de laboratorio, se imprime 3D, se fresa electrónicamente sobre procelana pura y se puede colocar.  Con las guías quirúrgicas podemos hacer un implante en 10 minutos, cuando antes se demoraba una hora, con varios días de post operatorio”.

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La vanguardia se multiplica
Emilio Siegler lleva adelante un programa de capacitación de otros profesionales para que la tecnología digital llegue a todo el país. En su propia clínica y con sus equipos, enseña todos los pasos para poder aplicar el mundo digital al mundo de la odontología. “Hacemos capacitaciones anuales que van en módulos de dos meses, son clases intensivas para  lo que es cirugía guiada, prótesis, todo en lo digital. Además, hay dos masterclass en el año en las que se ve una conjunción de ambas áreas para profesionales que conocen de esta tecnología y quieren venir a pulir estos aspectos”, reseñó Ziegler. Las clases y toda información referida a capacitaciones se brinda a través de su página web: odontologiaziegler.com

Las nuevas técnicas y la tecnología digital permiten realizar más rápido y eficazmente cualquier tratamiento. El resultado siempre son dos sonrisas, la del paciente y la del profesional: “El trabajo terminado es una satisfacción. Es mi casa, fue la de mis abuelos, hoy es todo laboral, pero es la misma casa. Fuimos creciendo, un consultorio, después dos. Después construimos los del segundo piso, a pulmón. Y los pacientes siempre han venido por recomendaciones, la mejor publicidad es el boca en boca. Una sonrisa rehabilitada, un trabajo terminado, es una gran alegría”, finalizó Emilio Ziegler.

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