A las 4 de la mañana del 1 de mayo de 1982 un avión Vulcan de la Royal Air Force británica bombardeó sorpresivamente la pista de Puerto Argentino. Pocas horas después, aviones Sea Harrier de la Royal Navy hicieron lo propio con el Aeródromo de Darwin. Las fuerzas argentinas respondieron de inmediato y la Fuerza Aérea, en particular, realizó más de 50 salidas en un solo día para enfrentar a los buques británicos. Con bajas de ambos bandos, fue el Bautismo de Fuego de la Fuerza Aérea Argentina.

Todo 1 de Mayo las distintas Brigadas y Bases Aéreas del país realizan la ceremonia por el Bautismo de Fuego recordando el inicio de la batalla aérea por las Islas Malvinas y a los caídos en la contienda. La aeronáutica perdió 55 hombres en combate, en total fueron 649 los caídos argentinos en el conflicto del Atlántico Sur.

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Al cumplirse 40 años de la Guerra de Malvinas, la ceremonia principal por el Bautismo de fuego se realizó en San Julián, Provincia de Santa Cruz, desde el mismo aeródromo del que despegaron infinidad de misiones de ataque, cobertura y bombardeo los aviones con bandera argentina durante el 82. En la Zona Oeste del Conurbano, el lugar elegido para la ceremonia fue la I Brigada Aérea de El Palomar, donde se reunieron las dotaciones militares de la brigada anfitriona y de la Base Aérea Militar Morón. Cientos de oficiales y suboficiales de la fuerza formaron en la plataforma de la base, con un Boeing 707 y un C-130 Hércules, veteranos de la guerra, a sus espaldas. El principal orador fue Comodoro Ángel Rojas, Jefe de la I Brigada Aérea. A la Ceremonia asistieron autoridades del Ejército Argentino, Veteranos de la Guerra de Malvinas, el intendente de Morón, Lucas Ghi, familiares e invitados especiales.

“La reacción de la Fuerza Aérea Argentina fue efectiva e inmediata”, destacó el Comodoro Rojas en su discurso, “en la madrugada del 1 de mayo del 1982 la Fuerza Aérea afrontó heroicamente al enemigo. Dicha prueba de fuego es la expresión máxima y efectiva donde una fuerza armada puede probarse en su misión principal, la defensa de su patria”, completó.
“Clamamos honor y gloria por quienes ya no están entre nosotros, a cada uno de los 55 hombres que debemos honrar diariamente en  nuestras respectivas unidades, aquellos que permanecen en nuestras queridas islas y mar circundante, como testigos fieles, ejemplo de sacrifico y de entrega. Es por eso que hoy la Fuerza Aérea Argentina tiene Héroes, oficiales, suboficiales y soldados”, remarcó el Comodoro.

La I Brigada Aérea es la unidad militar destinada al transporte, con aviones Hércules C-130, Fokker 28 y Boeing 737. Durante la Guerra de Malvinas fue la encargada de transportar tropas, alimentos, armamento y todo tipo de insumos hacia las islas y a las bases de la Patagonia. Sus aviones rompieron el bloqueo impuesto por los británicos. Además, realizaron misiones en alta mar, buscando la flota británica en medio del Océano Atlántico, y encontrándola, y hasta llegaron a hacer una misión de bombardeo con un Hércules modificado para la ocasión, suceso inédito en el mundo y que se mantuvo en secreto hasta hace pocos años. El Boeing 707 matrícula TC-91 y el C-130 Hércules matrícula TC-68 dispuestos hoy en la plataforma durante la ceremonia, fueron los aviones que realizaron estas riesgosas misiones. Además, durante el conflicto fue derribado uno de los Hércules de la brigada por fuego de aviones Sea Harrier mientras cumplía una misión de exploración sobre el mar para dar con los buques británicos que rodeaban a las islas.

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“Somos nosotros también quienes confirmaremos con nuestro recuerdo y con la imitación de su esfuerzo, que la entrega valió la pena. (…) Mientras clame el viento y ruja el mar, las Malvinas serán argentinas”, finalizó el Jefe de la Guarnición Aérea El Palomar.

Bautismo de Fuego
A los bombardeos británicos sobre los aeródromos de las islas le siguieron la respuesta argentina con 57 salidas de combate, misiones de cobertura, ataque y bombardeo. Se lanzaron 20 toneladas de explosivos y se perdieron 14 hombres y varios aviones. La acción reconocida propiamente como Bautismo de Fuego es el ataque realizado por la Escuadrilla Torno conformada por tres cazabombarderos Mirage V Dagger que atacaron a tres fragatas británicas que cañoneaban Puerto Argentino desde el sur este de las islas. Uno de esos aviones se encuentra preservado en el Museo Nacional de Aeronáutica ubicado en Morón y se encuentra en tareas de restauración para que se exponga con los colores y características que portaba en 1982.