Dilema Celestial, por Olga Sánchez
Ya cumplí mi misión aquí, murmuraste.
Te encomendaste al Supremo.
—Señor, llévame. Mis batallas, están perdidas.
—¿Estás seguro? —preguntó.
—Sí, ¡seguro y preparado! Juntos libraremos las que vos decidas.
—Es un trabajo arduo y tendrás que dejarlo todo.
—¡Estoy listo! Ya no tengo nada más que hacer aquí. Siento que estoy para algo superior.
—Piénsalo mejor y después, dame tu respuesta definitiva. Quiero que sepas, que ya no habrá vuelta atrás.
—Soy consciente, Señor.
Y él, meditó qué hacer.
Luchaba entre sueños.
Sentía que nada tenía sentido.
Hasta que, una noche,
comenzó a recibir energías,
a escuchar voces: —No te dejes vencer, —le decían—. ¡Sos fuerte!
Las voces se multiplicaban,
llegaban cada vez más fuerte.
Las energías ingresaban a su cuerpo.
Una sangre nueva sentía recorrerle por las venas.
El plazo estaba por vencer.
Su Señor aguardaba una definición.
Debía tomar una decisión.
Había llegado el momento,
con la cabeza gacha y sus ojos vidriosos,
se postró ante Él y le respondió:
—Señor, te pido que me perdones. Creí que ya nada tenía, que nadie me quería. Mis puertas y mi mente, se estaban cerrando. Mi corazón empezaba a apagarse. Y, ¿sabes qué? Me di cuenta que estaba equivocado.
Me quedan aún, batallas por librar, situaciones por las cuales arrepentirme y misiones que cumplir, pero no a tu lado, Señor, sino aquí, en este plano. Permíteme quedar. Vislumbro un buen futuro. Me veo reflejado en un niño, dulce y vivaz. Ya llegaré, Señor. En otro tiempo y lugar. Hoy, ¡decido vivir!
Sintió un haz de luz que llegaba a su cuerpo.
Al abrir los ojos, su familia rodeaba, esa cama de hospital.
Olga Noemí Sánchez
Alumna del taller de Analía Bustamente
Olga Sánchez tiene su espacio de artista en Castelar Digital, conocelo en el siguiente LINK