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Sociedad
4 Feb 2015

Fernando Bonsembiante: "estoy condenado a la ciencia ficción"

El vecino de Castelar presenta su nuevo libro "Un dios con rostro inhumano". Utilizó un software especial para reescribir cada cuento. Ciencia Ficción, vivencias propias y una charla imperdible con Fernando Bonsembiante.
Pasaron cinco años desde la primera nota que Castelar Digital le realizó a Fernando Bonsembiante. Castelar cambió, creció hacia las alturas, el portal creció y Fernando continuó explorando con la escritura. El punto de encuentro es el mismo, La Cucha, donde el tiempo parece no haber pasado. Como en aquella primera nota Bonsembiante trae bajo el brazo una nueva producción. Doce cuentos componen “Un dios con rostro inhumano: el hermano Jeris iba a enfermar de comunicación”, su nuevo libro.

La ficción se mezcla con la realidad y con la mirada especial del vecino que tras especializarse en virus, hackers y programas de computación (integró el staff de la revista PC Users y dirigió la desaparecida Virus Report), se dedicó a la escritura y a la experimentación con los géneros y los métodos.

Frente al grabador de Castelar Digital, Bonsembiante revela cómo escribió su última obra. “De repente está el libro. Primero no está y después está. Algunos cuentos tardaron bastante, fui escribiendo cosas, y a veces lo tenía colgado o tardaba, pero encontré un software que me aceleró un poco. Me puso pila. En cierta manera  estoy condenado a la ciencia ficción, en cierta manera está bueno en el punto de vista de la creatividad que te permite de todo. Algunas cosas demasiadas locas pero en la ciencia ficción puede entrar todo”, explicó el autor.

Los cuentos, las ideas y las primeros escritos se transformaron en narraciones cuando Fernando se topó en la web con un programa diseñado en Nueva York que a través de una serie de cálculos analiza las palabras y su uso en combinación, crea una estadística, y con esas mismas palabras crea un nuevo texto más o menos similar y acorde al original pero distinto. “Es un programa que escribe solo, le das un texto y te devuelve otro texto. De esa manera escribe solo. Es un concepto ‘work of change’, es una forma de analizar el texto y crear el texto. Si vos escribís con errores de ortografía, deja los errores. Sabía que existía este tipo de cosas, lo encontré por internet y me pareció que era el mejor programa. Lo fui probando y me dio buen resultado para este libro. Le das el texto, analiza que palabras son, en base a eso hace un estudio estadístico y en base a eso hace un texto similar. No te pule la redacción. Lo hace con las mismas palabras, estudia la secuencia, y genera un texto nuevo, si va una palabra, le sigue tal otra, estudia la probabilidad de que tal palabra siga a tal palabra, genera un nuevo texto en base a las probabilidades de tu texto. Cambia la información, usa las mismas palabras pero en otro orden. Altera el curso de la historia, porque modifica el sentido”, completó Bonsembiante. El programa se puede encontrar en la web bajo el nombre de Doctor Nerve's Markov Page.

El nuevo libro del vecino de Castelar cruza experiencias propias con narraciones de ciencia ficción que surgieron puramente de su inventiva, como también historias con influencias de la realidad o de anécdotas vividas con amigos. “Algunos son completamente míos y otros con la ayuda de la compu. Algunas son  historias reales y otras más surrealistas”.

Los cuentos del caballo endrogado, los barras en Once y la mente de principio del siglo XX:
Entre los cuentos de su último trabajo destacan algunos que serán la presentación de la obra completa. Uno narra una historia real que le tocó presenciar a Fernando en el pueblo de Arrecifes, él la relata bajo el título anecdótico de “Caballo endrogado”: “no tienen anda que ver con la ciencia ficción, me pasó en el campo con un caballo de verdad. Por eso a veces tengo que aclarar que es de verdad, porque la gente no me cree, aunque es una interpretación de lo que en verdad pasó. Es un caballo que comió unas plantas que lo terminaron drogando e hizo cosas increíbles, pero lo que digo de ese cuento es muy impropio de un herbívoro, es un herbívoro y agarra una ovejita recién nacida y la sacude hasta que se muere. La oveja se estaba comiendo el pasto de él, entonces la mató. Esa es mi interpretación, no podía matar a una oveja grande, entonces mató a una chiquita. Una grande es mucho trabajo, pero para el bicho fue como matar una peste. Las ovejas que lo molestaban. En lo general las ovejas y el caballo se llevan bien, pero evidentemente a veces no. Está en el cuento. En cierta manera, lo usé de caballito de batalla, en cierta manera. Fue así, el caballito emprendió la batalla contra la oveja. Es un cuento violento, pero a la gente que le gustan los animales le gustó. Los que cuidan un perro y lo salvan, les gusta igual porque es real, más allá de su crudeza”.

Otro relato de su último libro remite a la realidad violenta que se vive en el futbol, en los alrededores de las canchas o en los transportes públicos después de los encuentros deportivos: “Este cuento pasó en Once, Barrabravas en Once, es un momento de cruce de barras, estaban muy borrachos, corrió sangre pero de ellos mismos. También está presente lo que a mí me gusta, que es lo no  obvio. Es un cuento relativamente común: Es un cuento de barrabravas que se pelean y corre sangre, pero acá es de ellos mismos, se lastiman solos. Lo que busco es que no se cuente lo obvio, sino cosas sorprendentes, al menos para mí. Yo vi lo de los barras, estuve ahí. Había policía y todo. Está bien, el tipo quería que hubiera sangre pero no ir preso. Se dio lo que él quería pero zafó de alguna manera. Está ese elemento que no es lo obvio, no es lo que creería que va a pasar. En cierta manera la agresión fue contra sí mismo”, nos reveló  de su obra.

Fernando nos adelanta también que ya está trabajando en una historia para el próximo libro donde se inspiró en una charla con un amigo que casi sin querer le disparó el germen de un cuento: “Mi amigo me decía que en algún momento de la ciencia y la medicina, uno podrá transferir su mente a otro cuerpo, como si fuera un sistema operativo. De ahí saqué la idea y al mismo tiempo es un amigo que le interesa mucho el tema medievalista, se disfraza con ropa medieval. Me pareció raro el hecho, justamente, la contradicción, eso me estimulo mucho, la contradicción para escribir. Al mismo tiempo pensaba, transferir software de una cabeza a otra pero que a la vez sea primitivo, entonces puse el año, principio de 1900, fue cuando se descubrió la estructura de la célula nerviosa. Lamentablemente escribir es un trabajo duro. Es investigación, tener una realidad. Más que nada en este cuento, que es completamente fantástico pasa eso, tuve que decir, en qué época pasa, tenía que ser creíble, al menos para mí. El conocimiento estaba empezando, la tecnología mínimamente lo permitía. El científico que creó esto tenía un avance superior, pero después le dio vergüenza y nadie lo sabe, estamos hablando de pasar una mente de una cabeza a otra y puede tener prejuicios morales. Esa fue mi interpretación, que la gente tenga prejuicios. Que él diga, he descubierto algo que nadie sabe, pero prefiero que nadie lo sepa”.

La facilidad para escribir y para adoptar software para la creación de su propio libro proviene de su vocación por la computación y la escritura, elementos que se fusionaron cuando trabajó para la revista especializada PC User y cuando dirigió la revista Virus Report a mediados de los noventa. Hace pocos meses se realizó en Buenos Aires una convención dedicada a la seguridad informática Ekoparty en la que Fernando Bonsembiante fue uno de los oradores más reconocidos, saludados y recordados por sus comentarios y notas sobre virus y hackers famosos en aquellas páginas. “Me llamaron para hablar, por los 20 años de PC Users, uno dice cosas a veces…  Fue una cosa buena, cuando lo hice, hasta que lo terminé de hacer fue por un lado un esfuerzo importante y cuando lo terminás, bueno, se terminó. Después llega el momento en que decís, llegó el reconocimiento, por haber hecho una cosa así”. Además del reconocimiento en esta convención Fernando brindó notas para medios especializados donde lo recordaban como un ex hacker y por sus trabajos en informática. “La charla era sobre la revista, el aniversario, y sobre la revista en sí, juntaron gente de esa época. Trabajé dos años, un año que lo hice con la empresa que sacaba la PC Users y otro que lo hice solo. Ahora ya  no estoy en tema. Largué todo para dedicarle tiempo a la ficción, y eso lo considero un paso adelante”, completó Bonsembiante.

Fernando forma parte de la Feria del Libro Independiente del Oeste (FLIA Oeste), del Círculo Argentino de Ciencia Ficción y es común topárselo en algún bar o café de Morón, por la mañana con su notebook plasmando con sus dedos en el teclado las ideas que luego serán cuentos y libros. Sus obras se pueden conseguir en algunas librerías de Haedo o directamente en la feria de la plaza de Morón o a través de su web hecate.com.ar.

El libro ‘Un dios con rostro inhumano…’ se completó utilizando el software de Doctor Nerve's Markov Page, Castelar Digital quiso incursionar en este tipo de programas. Esta nota entonces se completa con lo que el software descubrió y reescribió de las palabras de Fernando Bonsembiante. Los primeros párrafos de esta nota, según Doctor Nerve: “Pasaron cinco años desde la creatividad de Castelar Digital. Bonsembiante revela cómo escribió su nuevo libro. La Cucha, donde el staff es todo. Algunas cosas demasiadas locas pero encontré un poco. Me puso pila. En cierta manera está la ciencia ficción, el virus, hackers y los métodos”.

Entrevista y fotos: Gabriel E. Colonna
Redacción: Leandro Fernandes Vivas

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