"Violencia Familiar" por Cristina Talarico
Igual, a veces, en casa también tengo miedo, porque cuando mi papá llega muy tarde los escucho gritar y pelear y me despierto. Yo me quedo quieta y no hago ningún ruido porque no quiero que mi papá venga. Un día, que salí de mi pieza llorando cuando los escuché, mi papá me pegó y me encerró. Estaba muy enojado. Por eso, ahora, cuando escucho esos ruidos no me muevo, pero me da mucho miedo.
Pero otros días, cuando mi papá está bueno, no tengo miedo. Es lindo, porque juega conmigo, armamos rompecabezas, vemos la tele, y mi mamá se ríe. Me gusta cuando mi mamá se ríe, pero casi siempre llora. Yo la veo, pero cuando le pregunto me dice que no le pasa nada.
El otro día, cuando mi papá llegó, me desperté cuando escuché los ruidos y los gritos de siempre. Me quedé quieta, sin moverme y de repente no escuché nada más. Después, mi mamá vino a mi pieza y yo vi que estaba llorando. Me dijo que me quedara tranquila, y aunque era de noche, me hizo levantar y me cambió para salir. Me dijo que por unos días me iba a tener que quedar en una casa con otros chicos y que ella me iba a venir a buscar pronto.
Acá estoy, pero no me gusta. Ya vinieron muchas señoras que me preguntaron cosas de mi mamá y mi papá.
Yo les dije la verdad: que mi mamá es rebuena y mi papá a veces es bueno y a veces, no.
Un chico me dijo que estoy acá porque mi mamá está en la cárcel. Pero seguro que es mentira porque hoy me llamó por teléfono y en la cárcel no te dejan hablar. Me dijo que pronto va a venir a buscarme y que coma todo así no me enfermo. De mi papá no me dijo nada y yo no le pregunté porque tengo miedo de que me venga a buscar él. Espero que no.
Cristina Talarico es integrante del Taller literario de Marianela.